Bruselas ha alcanzado un acuerdo sobre el veto al petróleo ruso en el sexto paquete de sanciones, mientras Hungría reclama “soluciones antes que sanciones”

Rusia corta el gas a Países Bajos y a Dinamarca por negarse a pagar en rublos

PHOTO/REUTERS - El logotipo del gigante ruso del gas Gazprom se ve en un tablero en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF), Rusia

Rusia continúa firme con su política: si no se paga en rublos, no se suministra gas a Europa. Sin embargo, esta condición no está siendo aceptada por todos los países. Ya se negaron Finlandia, Polonia y Bulgaria, y ahora son Países Bajos y Dinamarca los que se han sumado a la negativa de pagar el gas con la moneda rusa, una decisión que ha llevado a la gasística rusa Gazprom a cortar el suministro de gas a estos dos países.

La empresa holandesa GasTerra afirmó que los envíos se detendrían este mismo martes, cuando Gazprom ha confirmado este corte de suministro. “GasTerra no aceptará las demandas de pago de Grazprom. Esto se debe a que hacerlo correría el riesgo de infringir las sanciones impuestas por la Unión Europea y también porque existen demasiados riesgos financieros y operativos asociados con la ruta de pago requerida”, publicó la empresa en un comunicado oficial. 

Esta interrupción de suministro a GasTerra supone que no se entregarán unos 2.000 millones de metros cúbicos de gas, desde que se ha cerrado el suministro hasta el 1 de octubre, cuando expira el contrato de la compañía holandesa con Gazprom. Mientras, GasTerra ha anunciado que pueden cubrir esta falta de suministro con otras alternativas porque “el mercado europeo del gas está altamente integrado y es extenso”, aunque haya cierta incertidumbre de cara al invierno: “Es imposible predecir cómo afectará la pérdida de suministro de 2.000 millones de metro cúbicos de gas ruso a la situación de oferta y demanda y si el mercado europeo puede absorber esta pérdida de suministro sin consecuencias graves”.

Gasoductos en la estación de compresión Atamanskaya, instalación del proyecto Power Of Siberia de Gazprom en las afueras de la ciudad del extremo oriente de Svobodny

Por su parte, la empresa danesa Orsted dijo que se estaba preparando para un recorte porque la compañía también se ha negado a ceder en los términos impuestos por Putin. No obstante, la compañía ha indicado que Rusia no va a poder cortar el suministro de forma directa, puesto que no existe un gasoducto de Rusia a Dinamarca, y tendrá que hacerlo a través de Alemania. Según un comunicado de Orsted, “esto significa que Dinamarca deberá comprar en mayor medida en el mercado europeo de gas”.

Sin embargo, Europa se mantiene dividida sobre cómo manejar las condiciones de Moscú y si afrontar el incumplimiento de las sanciones de la Unión Europea. Hungría se mantuvo firme en su decisión de pagar en rublos el suministro de gas para no cortar el suministro, y porque “no parecía necesaria la voluntad de la Comisión Europea de tener una respuesta común” respecto al gas, como aseguraba el ministro húngaro de Relaciones Exteriores, Peter Szijjarto. 

Ahora los Veintisiente se reúnen en Bruselas para buscar un acuerdo para desbloquear ese sexto paquete de sanciones por el que pretende vetar el petróleo ruso, aunque mantiene algunas “excepciones temporales” con las que asegurar el suministro de combustible a los Estados miembro más dependentes, a través del oleoducto de Druzhba. Esto supone eximir a Hungría, Eslovaquia y República Checa del embargo de manera indefinida.

Tanque de petróleo en la estación de Gomel Transneft que transporta el crudo a través del oleoducto de Druzhba hacia el oeste hasta Europa, cerca de Mozyr, Bielorrusia

Este acuerdo, que podría reducir las compras hasta en un 90% este mismo año, se ve con cierto escepticismo por la incapacidad de los miembros de la Unión Europea de ponerse de acuerdo respecto a las restricciones del petróleo ruso, algo que hace prever la falta de acuerdo también cuando se intente vetar el gas ruso.

En todo caso, el mensaje de los principales representantes de los Veintisiete ha sido el de seguir avanzando en las sanciones contra Rusia para ayudar así a Ucrania. “No podemos evitar que Rusia venda el petróleo a alguien más. No somos tan poderosos. Pero somos el cliente más importante para Rusia. Tendrán que buscar a otros y evidentemente, tendrán que reducir el precio. El objetivo es que los rusos tengan menos recursos financieros para alimentar la maquinaria de guerra”, afirmó el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

Frente a ello, Hungría sigue considerando insuficiente este acuerdo. El primer ministro húngaro, Víktor Orban, dijo que lo pactado no ofrece garantías suficientes de que su país tendrá asegurado el suministro en caso de que algo falle en el oleoducto exento de las sanciones. “Necesitamos garantías de que en caso de un accidente en el oleoducto ruso a través de Ucrania tendremos el derecho a obtener petróleo ruso por otras vías. Si lo tenemos estará bien”, afirmó Orban. El mandatario populista también reclamó “soluciones antes que sanciones” y achacó a Bruselas la responsabilidad de la falta de acuerdo.

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