Rusos y chinos siguen mostrando su interés por los recursos del continente africano

Rusia y China, dos gigantes cada día más influyentes en África

PHOTO/AP - El presidente ruso Vladimir Putin, y el presidente chino Xi Jinping, centro izquierda, en el Kremlin de Moscú, en esta fotografía de acrchivo

Las potencias europeas que tradicionalmente eran las que se repartían sus esferas de influencia en África, tienen que competir ahora con dos nuevos actores, Rusia y China en el plano económico, político y de seguridad. Rusia se ha convertido en un país indispensable con el que contar para la toma de decisiones en África. A pesar de que Rusia es consciente de que no puede llegar al mismo nivel de influencia que la antigua Unión Soviética, Rusia, desde 2014, está cada día más presente en el sector económico, militar y político de los países del África subsahariana, según una nota publicada por EUISS sobre la influencia rusa en África. Entre el periodo de 2008 a 2019, según SIPRI, Rusia se convirtió en el primer vendedor de armas en el continente africano, seguido de Estados Unidos y China. Uno de los motivos por los que Rusia se centró en mejorar su relación con el continente africano fue debido a las sanciones que los países occidentales le impusieron tras la anexión de Crimea en 2014. A pesar de ser un actor importante en el mundo de las sociedades privadas militares de África, su esfera de influencia va más allá de la seguridad, teniendo objetivos económicos, energéticos y diplomáticos muy precisos. 

Putin Al sisi

Comenzando por el plano de defensa, entre el periodo 2014 a 2020, se han firmado al menos 19 acuerdos militares de cooperación entre Gobiernos africanos y Rusia. Los más preocupantes son aquellos en los que se recompensan con derechos de explotación de maneras primas o concesiones en el sector de infraestructuras y de energía. Estos acuerdos entre gobiernos suelen ser para una cooperación técnico-militar, lo que incluyen actividades como la venta de armas y la formación. Algunos ejemplos característicos de las actividades rusas en África son la República Centroafricana, Angola, Sudáfrica y Sudán, donde se entrelazan acuerdos militares con intereses económicos. En la República Centroafricana, Rusia a través de su sociedad militar privada Wagner se ha convertido en un actor imprescindible con el que se tiene que contar si se quieren negociar acuerdos. A cambio de la seguridad, se han otorgado concesiones de varias minas de diamantes y de oro a compañías ligadas el grupo ruso Concord. En Angola, Gazprom Neft, la compañía rusa petrolífera, es la que controla parte de la extracción de crudo del país mediante su ‘joint venture’ con Sonangol. Además, está muy presente en el sector del diamante, controlando la mayoría del mercado de extracción. En Sudáfrica, está muy presente en el sector de la extracción y refinamiento del petróleo, pero también en el del acero (con Severstal) y en el del oro (con la compañía Norilsky Nikel). La influencia rusa en Sudán es cada vez mayor, en el sector energético ambos países firmaron un acuerdo para construir una central nuclear en Jartum, Gazprom está habiendo las exploraciones petrolíferas por todo el país. Además, desde 2017, el importador principal de grano en el país es Rusia. Por otro lado, Sudán ha comprado una cantidad importante de equipamiento militar a Rusia, incluyendo helicópteros de combate y de transporte y vehículos de infantería. 

Tren China Kenia

Con respecto al plano político-diplomático, Rusia ha sido acusado de interferir en varias elecciones presidenciales, como en las de Madagascar y de la República Democrática del Congo mediante la creación de cuentas de Facebook en las que se publicaban noticias desinformativas con el objetivo de desacreditar a uno varios candidatos. Como se puede observar a través de estos ejemplos la influencia rusa aumenta cada día en África, no sólo en el sector militar pero también en el económico y el político. 

Por otro lado, China es el otro gran actor involucrado en África, que utilizó la vía económica para entrar con su Nueva Ruta de la Seda Africana, y su estrategia de  Cooperación Sur-Sur y una vez establecido su poder económico, comenzó a expandir su esfera de influencia en los ámbitos energéticos y militares. De 2008 a 2019, China ha multiplicado por tres su venta de armas, quedando en tercera posición en 2019, justo detrás de Estados Unidos (2º) y Rusia (1º). Uno de los motivos por los que China ha invertido tanto en el sector de seguridad ha sido el secuestro de expatriados chinos en África. Estos secuestros aumentaron exponencialmente por la inseguridad provocada por las guerras civiles de Libia y Sudán en 2011. Independientemente de esta razón práctica, otra de las razones por las que China cambió de una estrategia económica a una militar agresiva fue por su renovación de la estrategia de política exterior. Esa estrategia, publicada en su libro blanco de 2015 prioriza el refuerzo de las capacidades africanas para mantener la paz. Además, la ley antiterrorista aprobada ese mismo diciembre autorizaba a desplegar tropas en el extranjero para la lucha antiterrorista. 

Cumbre china áfrica

En 2017, China abre su primera base militar en el extranjero en Djibouti. Este enclave geoestratégico alberga también bases militares de Francia, Italia, Estados Unidos y Japón. Djibouti es también un lugar estratégico para su Nueva Ruta de la Seda. A parte de la base militar y sus efectivos, China es uno de los países que más contribuyen financieramente y con tropas a los contingentes de Naciones Unidas. 

china Djibouti

Por último, China también está invirtiendo en sociedades militares privadas en África. Uno de los motivos, como ya se mencionó, es la amenaza de secuestros de expatriados chinos que trabajan en el continente africano en las 5.000 empresas chinas. La mayoría de estas sociedades privadas están dirigidas por antiguos militares chinos y suelen dedicarse a la formación de las fuerzas y cuerpos de seguridad de los Estados africanos, a la protección de sus intereses económicos, sobre todo mineros y a la protección de los expatriados chinos. Las dos sociedades militares privadas chinas más importantes son la sociedad HXZA que se encarga de prestar servicios de seguridad marítima y el grupo FSG, creado por el fundador de Blackwater, que se centra en la seguridad privada de empresas y explotaciones de recursos naturales. Si bien sus operaciones comenzaron en el este de África, siendo mayoritariamente económicas, China se ha expandido por todo África, teniendo una presencia importante en el golfo de Guinea, y se está convirtiendo cada día en un actor más importante en la seguridad africana. 
 

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