Sabena y Lockheed se ponen al servicio de la defensa aérea marroquí
Marruecos da sus primeros pasos de cara a convertirse en un destino para las empresas aeroespaciales. Tres empresas aeroespaciales, Sabca Maroc, la belga Sabena Aerospace (Blueberry Group) y la estadounidense Lockheed Martin han anunciado que abrirán en Marruecos la primera planta de mantenimiento que estará dedicada a los aviones marroquíes. Junto a esto, el reino alauí estaría suministrando piezas críticas de motores, tecnología y arneses de cableado a gigantes de la industria de defensa como son Airbus y Boeing.
La nueva apuesta aeroespacial de Marruecos no se queda ahí. Esta planta servirá como un centro de mantenimiento de las aeronaves que provengan de los países que mantienen buenas relaciones diplomáticas con el reino, especialmente relacionados con la manutención de los Lockheed Martin C-130 de Túnez y otros países del continente. Asimismo, la nueva fábrica se encargará de modernizar tanto helicópteros como aviones militares empleados por las Fuerzas Armadas Reales.
Esta nueva planta representa la primera inversión de carácter privado que se realiza en la industria de defensa marroquí. Así, la nueva fábrica comenzará a construirse en el aeropuerto de Benslimane, estimándose con esta nueva construcción, la creación de 300 nuevos puestos de trabajo. Con esta producción, la defensa marroquí espera poder fortalecer las capacidades marroquíes, especialmente en lo relacionado con las tecnologías de defensa avanzado, así como en los recursos humanos. Además, esta nueva inversión pretende influir en el mantenimiento de la defensa aérea con el objetivo de reducir su dependencia del mantenimiento exterior.
El acuerdo entre estas empresas representa una asociación estratégica tal y como señaló el ministro delegado del jefe de Gobierno a cargo de la Administración de la Defensa Nacional, Abdellatif Loudyi, tras afirmar en un comunicado de prensa que “la asociación estratégica promueve el desarrollo internacional del grupo belga al tiempo que respalda las necesidades de mantenimiento de la Real Fuerza Aérea de Marruecos y brinda empleos de alta tecnología y capacidades técnicas al país”.
De esta forma, el proyecto representa el primer logro enmarcado en uno de los nuevos objetivos del reino: el desarrollo de la actividad militar-industrial y de defensa para “tratar de conseguir ventajas tanto estratégica como económicas”.
En esta línea, Marruecos ha invertido en la renovación de su propio arsenal a través de la apuesta por equipos modernos. Asimismo, medios marroquíes señalan que Marruecos estaría cada vez más cerca de adquirir 22 helicópteros 129 ATAK por valor de 1.300 millones de dólares. A este acuerdo le seguiría un pedido de 36 helicópteros taque Apache AH-64E, valorados en un coste estimado de 4,25 millones de dólares.
Con esta adquisición el reino pretende reforzar las capacidades de ataque de la Real Fuerza Aérea marroquí, que en la actualidad cuenta con 24 helicópteros Aerospatiale SA342L Gazelle comprados en 1978 y que presentan importantes carencias.
Por este motivo y siguiendo esa apuesta por reforzar la defensa aérea ante las nuevas amenazas, Marruecos también habría encargado otros 25 aviones de combate F-16C. /D Block 72, lo que aumentaría el número total de los F-16 a 48.
Las nuevas formas de guerra también han demostrado la necesidad de contar con aviones no tripulados. Esta nueva versión hizo que Marruecos adquiriese drones israelíes el pasado diciembre por valor de 22 millones de dólares. Los drones Hope, apodados como “kamikazes”, cuentan con una capacidad de vuelo de siete horas y pueden recorrer una distancia de más de 1.000 kilómetros transportando una carga de 20 kilogramos de explosivos.
A pesar de esta reciente adquisición, nada más después de que Trump proclamase el reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara, Reuters indicó que Estados Unidos había vendido cuatro drones MQ-9B SeaGuardian y armas guiadas de precisión.
