El presidente del Gobierno ha defendido el papel organizador de España y ha calificado de “artificial” el debate sobre la protección de Ceuta y Melilla bajo el paraguas de la Alianza

Sánchez se compromete con la OTAN a destinar el 2% del PIB a Defensa “de aquí a 2029”

photo_camera PHOTO/NATO SUMMIT - El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece en el marco de la Cumbre de la OTAN en Madrid junto al secretario de la organización transatlántica, Jens Stoltenberg

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este jueves en la segunda y definitiva jornada de la Cumbre de la OTAN en Madrid para hacer balance y repasar “los logros” de la organización con la publicación del nuevo Concepto Estratégico y el inicio del proceso de adhesión de dos nuevos socios, Suecia y Finlandia, en un contexto marcado por la invasión rusa de Ucrania.

Coincidiendo con el 40 aniversario del ingreso de España en la OTAN, la capital ha acogido 25 años después —la última cita en Madrid se dio en 1997— una Cumbre histórica que desde Moncloa consideran como “la más importante de la historia” por sus implicaciones, y que ha vuelto a situar al país “en el escenario internacional”. “España ha dado una imagen de país serio, moderno y comprometido”, ha subrayado Sánchez.

El presidente interpretó como el acontecimiento más importante de la Cumbre el “contundente mensaje de unidad y cohesión”, así como el refuerzo del vínculo europeo y transatlántico “con el objetivo de preservar la paz”. Sánchez valoró el “carácter histórico” del ingreso de Suecia y Finlandia y aseguró además que las conversaciones formales comenzarán de inmediato: “Su adhesión es la mejor prueba del valor de la Alianza”.

Fuentes del Ejecutivo trasladan que la firma de los Protocolos de Adhesión con Estocolmo y Helsinki se celebrará el próximo 5 de julio en la sede de la OTAN en Bruselas. Después, los 30 Parlamentos nacionales deberán aprobar el ingreso de los países nórdicos mediante sus mecanismos internos y, por último, depositar en el Departamento de Estado de Estados Unidos los documentos de ingreso.

Sánchez puso en valor el nuevo Concepto Estratégico de Madrid, que sustituye formalmente al redactado en la Cumbre de Lisboa hace 12 años. En esta ocasión, la Alianza Atlántica señala a Rusia como “la principal amenaza”, recoge de nuevo el terrorismo como desafío para los próximos 10 años y reconoce a China, por primera vez, como un actor que “se esfuerza por subvertir el orden internacional basado en normas”. Pero el presidente del Gobierno puso el foco en la inclusión del Flanco Sur.

Moncloa saca pecho sobre las referencias a la instrumentalización de la migración como amenazas híbridas recogidas en el documento estratégico, que estuvieron entre las principales reclamaciones de España. El Gobierno dice salir satisfecho de una Cumbre que menciona hasta en cuatro ocasiones a la “integridad territorial”, pero no concreta ningún territorio. En este sentido, Moncloa matiza que después de la Cumbre de Madrid será cada aliado quien defina su propia integridad, que abarcaría más territorios que los incluidos en el artículo 6. 

“No deja de ser curioso que esto se plantee ahora”, trasladó Sánchez en referencia este concepto. El presidente del Gobierno concluyó que el documento estratégico “deja claro que se va a defender hasta el último centímetro”, por lo que el caso de Ceuta y Melilla es un debate “más artificial que real”.

Sánchez valoró positivamente el aumento de los fondos comunes acordado en el marco de la Cumbre: “Si aumentamos sus capacidades, debemos aumentar su financiación. Debemos destinar más recursos económicos”. España, según el presidente, cumplirá el compromiso con la OTAN de destinar el 2% del PIB a Defensa “de aquí a 2029” y llevará la medida al Congreso de los Diputados para que sea “un acuerdo de país que trascienda las divisiones ideológicas”. España gasta en la actualidad un 1,01% del PIB en la OTAN, unos 13.000 millones de euros.

Sánchez no cuenta con la aprobación del socio minoritario del Gobierno de coalición. Unidas Podemos se ha manifestado en contra de la decisión, por lo que tendrá que buscar el respaldo parlamentario del PP de Feijóo, que Moncloa espera conseguir. También necesitará el ‘sí’ de los populares para sacar adelante el plan presentado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de aumentar de dos a seis los destructores en la base de Rota, en Cádiz.

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