El Parlamento pakistaní aprobó por mayoría la moción de censura contra Khan ante el boicot de su formación

Shehbaz Sharif toma posesión como primer ministro de Pakistán en sustitución de Imran Khan

AFP/AAMIR QURESHI - Los legisladores de Pakistán eligieron el 11 de abril de 2022 a Shehbaz Sharif como nuevo primer ministro del país tras la destitución el fin de semana de Imran Khan, que renunció a su escaño en la Asamblea Nacional antes de la votación

Pakistán tiene nuevo primer ministro. El líder opositor de la Liga Musulmana, Shehbaz Sharif, heredero de una de las grandes familias políticas del país, sustituirá desde este lunes al hasta ahora jefe de Gobierno, Imran Khan, después de que el popular ex jugador de críquet haya sido apeado del poder vía moción de censura en una rocambolesca sesión parlamentaria donde 174 del total de 342 diputados votaron a favor de su destitución.

La Corte Suprema de Pakistán, el más alto tribunal del país, calificó de “inconstitucional” el ardid ejecutado por Khan hace ocho días, cuando estaba prevista la celebración de la moción de censura. Acorralado por sus adversarios, el ex primer ministro disolvió el Parlamento minutos antes en connivencia con el presidente de la Cámara, un estrecho aliado político, y convocó elecciones anticipadas durante una aparición televisiva en la que también aprovechó para lanzar su candidatura.

Khan era consciente de que la oposición, unida en bloque con el respaldo del Movimiento Nacional Unido, un partido de centroizquierda de tan solo siete diputados que formaba parte de la coalición de Gobierno, tenía una porción de apoyo suficiente para sacar adelante la moción de censura y, con ello, poner fin a sus cuatro años al frente del Ejecutivo. A la desesperada, Khan optó por galvanizar a sus seguidores sacando a la palestra la teoría de que la operación política se trataba de un complot de la CIA sin pruebas sólidas.

Imran Khan

Celebrada finalmente este lunes en un clima adverso para Khan, la sesión parlamentaria buscaba cerrar el nombramiento de un nuevo primer ministro que tomase las riendas de la nación asiática, una potencia nuclear de 220 millones de habitantes que se encuentra en un contexto delicado, marcado por la fuerte inflación de dos dígitos y la acuciante división política instalada en Islamabad.

El nombre de Shehbaz Sharif estaba en todas las quinielas para relevar a Imran Khan, y así ha sido. El número uno de la Liga Musulmana de Pakistán (LMP-N), el principal partido de la oposición, formará un Gobierno de coalición con el Partido Popular de Pakistán (PPP) de Bilawal Bhutto Zardari, heredero a su vez de la otra gran dinastía política pakistaní como hijo de la ex primera ministra Benazir Bhutto, primera mujer jefa de Gobierno en un país musulmán.

La formación islamista deobandí de Jamiat Ulema-e-Islam, con 15 escaños, y el mencionado Movimiento Nacional Unido, determinante para aprobar la moción después de abandonar el Gobierno con sus siete plazas en la Cámara baja, pasarán también a formar parte del nuevo Ejecutivo de coalición, que tiene fecha tope. El gabinete de Sharif tendrá vigencia hasta mediados de 2023, fechas en que están previstas las próximas elecciones generales.

TPI

El nuevo Gobierno ha salido adelante a pesar del boicot al que se ha visto sometido por la formación del hasta ahora primer ministro Imran Khan, el Movimiento por la Justicia en Pakistán (TPI, por sus siglas en urdu), que calificó de “impía” a la nueva coalición. El Parlamento vio como el partido más grande de la Cámara, con 155 diputados, renunciaba en masa y abandonaba la asamblea ante lo que denunciaban como el éxito de una conspiración extranjera. Todo ello minutos antes de la votación.

Los integrantes del TPI dejaron sus puestos después de escuchar una extensa alocución del ya ex ministro de Asuntos Exteriores, Shah Mehmood Qureshi, quien expresó el sentir mayoritario de su partido: “No legitimaremos un Gobierno traído por una intervención extranjera. Estamos boicoteando y anunciando nuestra renuncia a la Asamblea Nacional”. El hasta ahora jefe de la diplomacia pakistaní retiró además su candidatura a la jefatura del Gobierno, presentada ‘a priori’ como último recurso para mantener el poder. Mientras que el también ex presidente de la Asamblea Nacional, Asad Qaiser, hizo lo propio antes de la votación.

Imran Khan se convierte así en el primer mandatario pakistaní derrocado mediante una moción de censura. Un abrupto final para un líder que esperaba acabar su legislatura, pero que no ha agotado su mandato a lomos de una retórica populista en contra de las élites corruptas que han gobernado Pakistán, prometiendo reformas profundas, liberalismo y un Estado islámico de bienestar, pero sin avances significativos, con más sombras que luces. Perder el respaldo del Ejército, el estamento más poderoso del país, fue su epitafio. Aunque Khan no parece haber perdido su ambición por el poder.

Manifestaciones Pakistán
Shehbaz Sharif, el heredero al trono

Oriundo de Lahore, como el propio Khan, Shehbaz nació en 1951 en el seno de una familia de industrialistas. Pronto dio sus primeros pasos en la administración como presidente de la Cámara de Comercio e Industria de la capital del Punjab, desde donde dio el paso al mundo de la política junto a su hermano Nawaz, algo más avezado en el juego. De hecho, este llegó a ocupar el cargo de primer ministro en tres etapas distintas: de 1990 hasta 1993, de 1997 hasta 1999 y, por última vez, de 2013 hasta 2017.

Nawaz, cuyo segundo mandato fue disuelto por una asonada en 1998, abandonó el cargo y se exilió en 2018 después de ser inhabilitado tras recibir una condena por corrupción. Shehbaz quedaba así el primero en la línea de sucesión del partido, la Liga Musulmana, después de décadas a la sombra de su hermano y de haber sido elegido miembro de la Asamblea Provincial de Punjab hasta en tres ocasiones, así como jefe del Gobierno provincial.

Nawaz, entonces dueño y señor de la política pakistaní, no llegó a incorporar a su hermano a los múltiples gabinetes que encabezó. Pero este abandonó con él el país después del golpe de Estado del general Pervez Musharraf. Los medios locales insisten en que su relación ha sido objeto de desavenencias por el poder, la mayoría relacionadas con Maryam Nawaz Sharif, la sobrina de Shehbaz, vista como la heredera natural de Nawaz.

Shehbaz Sharif

Considerado como un líder solvente, aupado en el pasado por su capacidad para gestionar la economía y levantar infraestructuras, Shehbaz Sharif asume el poder rodeado de grandes expectativas. Pero su carrera política no ha estado exenta de controversias. En 2019, la Oficina Nacional de Responsabilidad congeló 23 propiedades pertenecientes a él y su hijo, Hamza Sharif, bajo acusaciones de lavado de dinero, por lo que fue arrestado y puesto en libertad bajo fianza siete meses después.

A Shehbaz también se le ha echado en cara su inmovilismo frente a los atentados terroristas de los grupos extremistas en la provincia de Punjab, como el Ejército de Liberación del Khalistán, el movimiento separatista sij, a lo largo de sus tres mandatos al frente de la segunda región más extensa del país, y se le ha acusado de ordenar ejecuciones extrajudiciales.

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