Se espera un crecimiento del 3% para 2019, a pesar de los desafíos abiertos en la inflación, la deuda externa y el mercado de divisas

Túnez: radiografía económica en vísperas de la doble cita electoral

photo_camera REUTERS/ZOUBEIR SOUISSI - Una vista general muestra el edificio de la Bolsa de Túnez

Túnez se está preparando para afianzar su progreso democrático. Este domingo, 6 de octubre, celebrará elecciones legislativas, y el próximo, día 13, tendrá lugar la segunda vuelta de los comicios presidenciales, donde el magnate de los medios de comunicación, Nabil Karoui -encarcelado por corrupción-, y el jurista académico Kais Said, se disputarán la presidencia del país norteafricano.

Las elecciones, sin duda, estarán marcadas por el componente económico. El último informe de Oxford Business Group, ‘The Report: Tunisia 2019’, revela que “el país ha mantenido un crecimiento positivo, a pesar de los desafíos que ha enfrentado en los últimos años, como el aumento de la inflación, el aumento de la deuda externa y la disminución de las reservas de divisas”.

Esto ha quedado reflejado en los datos macroeconómicos recogidos por la publicación: el PIB anual, aunque no ha vuelto a su nivel anterior a 2011, sin embargo, ha registrado un crecimiento promedio del 1,7% entre 2011 y 2017, llegando al 2,5% en 2018. Esta tendencia al alza debería continuar en 2019, con un crecimiento esperado del 3%. En esta línea, también se ha manifestado la institución económica mundial por excelencia: el Banco Mundial. Según se explica en su informe de seguimiento sobre Túnez -el último disponible está fechado en el mes de abril- “se espera que el crecimiento aumente a un promedio del 3% en 2019-2020, alcanzado su potencial de alrededor de un 4% a medio plazo”.

La entidad expone, no obstante, que para que se mantenga esta perspectiva de crecimiento, es necesario que confluyan dos factores: la realización de reformas urgentes para, por un lado, mejorar el clima de inversión; y, por otro lado, fortalecer la seguridad y la estabilidad social. Todo ello, además, tendrá que ser apoyado por una expansión progresiva de la agricultura, el sector manufacturero y el turismo.

Banco de cambio de moneda en Túnez, Túnez, el 30 de agosto de 2018

Del mismo modo, la puesta en funcionamiento del campo de gas Nawara -en agosto de este año- deberá apoyar la tendencia al alza. Con este proyecto, de propiedad conjunta entre la Compañía Nacional de Petróleo de Túnez (ETAP, por sus siglas en francés) y la empresa austríaca OMW, se espera duplicar la producción nacional de gas al equivalente de 65.000 barriles de petróleo al día, de acuerdo con datos del gobierno, recogidos por el medio Asharq Al-Awsat. Asimismo “contribuirá a la reducción de la dependencia de Túnez de las importaciones energéticas y al aumento del PIB”, recogen los documentos oficiales del proyecto.

Como se ha mencionado anteriormente, la economía de Túnez enfrenta tres desafíos concretos: el aumento de la inflación, el aumento de la deuda externa y la disminución de las reservas de divisas. En el primer caso, el Banco Mundial explica que la inflación se aceleró considerablemente desde 2017. Aunque comenzó a reducirse en el segundo semestre de 2018 -llegando al 7,8%-, en la actualidad se sigue manteniendo por encima del 7%. Las últimas proyecciones del Banco Central de Túnez (BCT) esperan que la inflación se reduzca al 6,9% a finales de este año y, que, posteriormente, se produzca una caída progresiva a corto plazo, disminuyéndose al 6,5% en 2020, y al 5,9% en 2021. 

En una nota publicada por el BCT, el gobernador de la entidad bancaria, Marouane El-Abassi, responsabiliza a los altos precios de la energía y al aumento de los salarios del sector público de la elevada tasa de inflación. Como medidas encaminadas a su disminución, El-Abassi explica que será necesario “un ritmo moderado de la demanda del consumidor” y que el Gobierno adopte “una política monetaria restrictiva”. “El Banco permanecerá vigilante sobre la evolución de la inflación en el próximo período y hará todo lo posible para garantizar que regrese a niveles sostenibles, utilizando todos los instrumentos a su disposición”, concluye el comunicado.

El gobernador del Banco Central de Túnez, Marouane El Abassi, en una conferencia de prensa en Túnez, el 20 de febrero de 2019

En el segundo caso, cabe destacar que, según los últimos datos oficiales del BCT, la deuda externa bruta del país norteafricano se situaba, en marzo, en los 102.282,9 millones de dinares tunecinos (MDT) (35.828,3 millones de dólares), lo que supone una disminución en comparación con las cifras de diciembre de 2018: 104.980,7 MDT (36.773,4 millones de dólares).

Este miércoles, un funcionario tunecino consultado por Reuters, aseguró que su nación necesita “alrededor de 8.500 MDT (2.960 millones de dólares) en financiamiento externo, por lo que “hay un plan para solicitar la aprobación del parlamento para emitir bonos de deuda por un valor de hasta 800 millones de euros (874,24 millones de dólares) el próximo año”.  De acuerdo con la fuente, Túnez “necesita financiamiento total el próximo año por valor de 11.000 millones dinares (3.853,1 millones de dólares)”, en comparación con los 10.000 mil millones de dinares (3.502,9 millones de dólares) requeridos este 2019.

En el tercer caso, Oxford Business Group expone que la economía tunecina ha afrontado, tradicionalmente, la disminución de sus reservas de divisa. Sin embargo, los últimos datos publicados al respecto por el Banco Central, citados por el medio Tunis Tribune, revelan que las reservas de divisas ascendieron a 18.370 millones de dinares (6.430 millones de dólares), en comparación con los 10.800 millones de dinares para el mismo periodo del año pasado. Este aumento récord se ha debido, en parte, a la recuperación del sector turístico, considerado clave en el crecimiento de la economía tunecina.

Otro motivo que ha permitido esta incremento en las reservas ha sido la apreciación de la moneda nacional. En la actualidad (datos del 1 de octubre), un euro equivale a 3,132 dinares y, un dólar, a 2,878 dinares. Según expone el BCT, esta tendencia al alza se debe a tres factores, “la evolución del tipo de cambio euro/dólar en el mercado internacional, la situación de liquidez en monedas en el mercado cambiario local y las expectativas de los operadores económicos”.

Un hombre compra dólares a un cambista en el mercado negro de la capital, Túnez
El turismo, motor de la economía

2018 se convirtió en el mejor año para el turismo de Túnez tras 8 años de tendencia a la baja. Según cifras del Ministerio de Turismo del país, recogidas por La Tribune, la temporada turística del año pasado ingresó 3.900 millones de dinares (1.400 millones de dólares), lo que supuso un aumento récord del 42,1% sobre las ganancias obtenidas en 2017. Ese valor no se había alcanzado desde el año anterior a la revolución, 2010. En cuanto al número de turistas, cabe resaltar que 8,3 millones de personas visitaron Túnez en 2018, lo que significó un incremento del 17,7% sobre el año anterior. Por países de origen, la región del Magreb fue la que más aportó, con 4,3 millones; seguida de Francia, con 781.600 visitas, y Alemania, con 275.296. 

Entonces, el ministro de Turismo y Artesanía, Rene Trabelsi, auguró que, en 2019, su país alcanzaría el objetivo de 9 millones de turistas. Y fue más ambicioso, porque para 2020, esperaba llegar a los 10 millones de visitantes. El 25 de septiembre, Trabelsi anunció que Túnez había sobrepasado la barrera de los 7 millones de turistas, en una entrevista con el medio La Presse. “Es una cifra hermosa. Pero nos quedan 2 millones para alcanzar nuestras metas. Matemáticamente, si nos mantenemos encaminados, el objetivo se alcanzará el 31 de diciembre”, aseguró el ministro.

Las últimas cifras siguen arrojando resultados positivos: entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de este año, los ingresos por turismo aumentaron en 46%, hasta llegar a los 4.000 millones de dinares.

Un turista en un mercado de Sidi Bou Said, un atractivo destino turístico de Túnez, el 7 de enero de 2019
La asociación franco-tunecina

El informe de Oxford Business Group explica que “además de sus vínculos más estrechos con la Unión Europea en su conjunto, Túnez también ha mejorado la cooperación individual con las naciones europeas”. Es el caso, por excelencia, de Francia, que “sigue siendo un socio clave debido a sus vínculos históricos”. La investigación revela que “a partir de 2018, hasta el 30% de las exportaciones tunecinas se enviaron a Francia, mientras que el 15% de todas las importaciones tunecinas provienen de la antigua potencia colonial”. Sobre la presencia de empresas galas en el país norteafricano, en el año 2018, se contabilizaron un total de 1.300. Asimismo, cabe resaltar que la nación Europa “ha convertido 90 millones de euros en proyectos de desarrollo, incluida la construcción de un nuevo hospital en Gafsa”. 

Los vínculos económicos entre Túnez y Francia tomaron un nuevo impulso en enero de 2018, cuando se reunieron el recientemente fallecido presidente tunecino, Beji Caïd Essebsi, y el mandatario galo, Emmanuel Macron. La conclusión del encuentro fue la reafirmación del apoyo francés a la transición democrática. 

Fotografia de archivo del 31 de enero de 2018 del presidente francés Emmanuel Macron y del presidente tunecino Beji Caid Essebsi

Más recientemente, en mayo de este año, se creó el Grupo de Impulso para la Asociación Económica Francia-Túnez. El órgano, presidido por Mohamed Fadhel Abdelkhefi, presidente del Consejo de Administración de Tunisie Valeurs; y por Stéphane Richard, CEO de Orange S.A., tiene el objetivo de “creación de redes de actores económicos y francés para responder a la urgencia económica de Túnez, así como para incrementar el intercambio comercial y las oportunidades de inversión entre los dos países”, detalla Tuniscope. Los sectores que se verán más beneficiados por este partenariado serán la economía digital y la economía sostenible. La primera reunión del Grupo tuvo lugar el 17 de junio -se abordaron cuestiones relativas a la agricultura, la migración y la movilidad profesional- y está prevista una segunda para finales de año en Túnez.

Por su parte, en las relaciones Túnez-Unión Europea cabe destacar que “se prevé que la cooperación continúe durante el periodo 2017-2020”, pues está previsto que las instituciones comunitarias desembolsen entre 504 y 616 millones de euros “para ayudar a mejorar el empleo, la gobernanza y el Estado de derecho, junto con el desarrollo regional”.

Más en Economía y Empresas