Una fuente militar descubrió una gran cantidad de mercenarios, que apoyan al Gobierno de Al Sarraj

Tarhuna, base de los mercenarios en Libia

photo_camera PHOTO/AFP - Los combatientes leales Gobierno Libio de Acuerdo Nacional (GNA)

Tarhuna, una ciudad en ruinas a 60 kilómetros al sur de la capital Trípoli, ha sido el escenario elegido para nuevas milicias y mercenarios para establecer una pista de aterrizaje militar, según recoge el periódico Al-Ain, citando a una fuente militar libia.

El 5 de junio, las milicias del Gobierno de Fayez Sarraj, respaldadas por facciones extremistas de mercenarios sirios, invadieron Tarhuna.

Esa zona se había convertido en una línea de suministro vital para el general Jalifa Haftar. Pero el asedio del ejercito libio en junio hizo que los milicianos del general Haftar, abandonaran la ciudad hacia el sur.

Un portavoz del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés) confirmaba que las fuerzas de Al-Sarraj “están sitiando Tarhuna y la mayoría de las milicias de Haftar han abandonado la ciudad en dirección al sur, especialmente las brigadas que vienen del este de Libia”.

Con el apoyo de los países árabes y Francia, la milicia de Haftar lanzó, en abril de 2019, un ataque fallido para tomar el control de la capital libia. Peor desde el lanzamiento de la Operación Tormenta de la Paz el 25 de marzo, el Ejército libio de Al-Sarraj ha logrado liberar todas las ciudades de la costa oeste, hasta la frontera con Túnez.

PHOTO/AFP - Los miembros de la "Brigada de Trípoli", una milicia leal al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) en la Plaza de los Mártires en el centro de Trípoli, capital de Libia, controlada por el GNA
Mercenarios rusos y turcos en Libia

El Ejército Nacional libio (LNA, por sus siglas en ingles), que lidera Haftar, niega que exista combatientes extranjeros entre sus filias y sus comandantes han rechazado repetidamente estas acusaciones, tildándolas de “propaganda” y “mentiras difundidas por el GNA y los terroristas”.

Pero los investigadores de Naciones Unidas creen que al menos 1.200 rusos fueron contratados por compañía militares privadas rusas, como Wagner, para ayudar a Haftar a ganar su guerra contra el GNA. Sin duda, Rusia ha jugado un papel central en el conflicto libio. Haftar para sus filas, se basa en grupos armados, insurgentes, grupos de milicias y mercenarios extranjeros como los combatientes sudaneses, mercenarios del régimen de Al Asad en Siria, del grupo Wagner ruso, la milicia yanyauid de Darfur, salafistas extremistas del Madjalismo (de Arabia Saudí) y la milicia Al Kaniyar libia.

PHOTO/AP - El mariscal libio Jalifa Haftar

Por su parte, Turquía, que apoya al primer ministro Fayez al Sarraj, también tiene un papel importante en el polvorín libio con el envió de mercenarios procedentes de campos sirios.  Según la ONU, miles de sirios, incluidos menores, han sido enviados a Libia a través de Turquía en los últimos meses.

El pasado mes de junio, un grupo de expertos de Naciones Unidas pidió a las partes del conflicto libio que “dejasen de reclutar, financiar y desplegar” a mercenarios. Además, pidieron que todos los crímenes en los que estos milicianos estén relacionados sean investigados.

La injerencia internacional en el conflicto libio convirtió la guerra civil en una batalla por el control de la región, donde como en Siria, Ankara y Moscú son protagonistas.
 

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