El año pasado vio la consolidación de los esfuerzos de digitalización impulsados por COVID-19

Tendencias de los mercados emergentes 2021: transformación digital

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El inicio de la pandemia en 2020 dio lugar a una aceleración global en la adopción de plataformas y servicios digitales. Este aumento se consolidó en 2021, cuando quedó claro, tanto en las economías emergentes como en las desarrolladas, que lo digital es la nueva normalidad.

Si bien, de alguna manera, 2020 fue reactivo, con gobiernos y empresas luchando por implementar enfoques digitales, 2021 fue proactivo, ya que esos enfoques se simplificaron y sintetizaron.

A medida que diferentes países y regiones entraban y salían del confinamiento en respuesta a las sucesivas oleadas de COVID-19, muchas empresas e instituciones integraron un enfoque flexible y "combinado", que combinaba métodos operativos en línea y en persona.

Los aspectos clave de la transición digital en curso incluyen un mayor trabajo remoto, pagos en línea y comercio electrónico.

En los mercados emergentes, estas tendencias han generado oportunidades no solo para la inversión, sino también para la colaboración público-privada en el fortalecimiento de la infraestructura digital y la expansión de la inclusión financiera.

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Dividendos digitales

La mayoría de los países en desarrollo han comenzado a adaptarse a esta transición digital acelerada, que ya está dando sus frutos en muchos casos.

En Egipto, por ejemplo, el cambio inicial a lo digital condujo a un aumento en la demanda de servicios de TIC y destacó la necesidad de expandir tanto la infraestructura física como la informática.

El Gobierno ha respondido con una serie de iniciativas. CREATIVA, una red de centros de conocimiento e innovación del Ministerio de Comunicaciones y Tecnologías de la Información, recibió 300 millones de LE (19,1 millones de dólares) en marzo para financiar la segunda fase de su proyecto, que se centra en el desarrollo de un sistema integrado para la innovación tecnológica.

Arabia Saudí también ha intensificado su compromiso con su agenda digital integrada, consagrada en la estrategia de desarrollo del país, Visión 2030.

Visión 2030 ha ayudado a avanzar en la transformación digital en todos los aspectos de la vida diaria, desde servicios de gobierno electrónico hasta soluciones financieras digitales y opciones de trabajo desde casa.

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Fintech e inclusión financiera

En cuanto a América Latina, Perú se está beneficiando del impacto de una mayor innovación digital en sectores clave como la minería, la agricultura y los servicios financieros. 

La digitalización también está ayudando a expandir la inclusión financiera en el país, un efecto que se está observando en muchas economías de todo el mundo.

Por ejemplo, en Marruecos, la tecnología financiera (fintech) está avanzando rápidamente: el país ha adoptado su eficiencia y bajos costos como una forma de impulsar la inclusión financiera, y tanto el gobierno como el sector privado implementan herramientas fintech para pagos.

De hecho, el desarrollo de un entorno financiero completamente digital es un objetivo importante en la estrategia de Marruecos para consolidarse como un centro financiero líder en la región, una transformación que se ha acelerado por la pandemia.

Otra economía emergente que ha adoptado fintech como un camino hacia la ventaja competitiva y la inclusión financiera es Trinidad y Tobago.

El país ha tomado medidas significativas para aprovechar su economía digital, como la inauguración de un Ministerio dedicado a la Transformación Digital en julio.

Indonesia está impulsando de manera similar su ecosistema fintech. Lanzada en agosto de 2020, la Hoja de Ruta y el Plan de Acción de Innovación Financiera Digital 2020-24 tiene como objetivo garantizar servicios financieros digitales estables; extender el financiamiento a las micro, pequeñas y medianas empresas; y habilitar servicios financieros inclusivos que sean asequibles, convenientes y escalables.

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El comercio electrónico llegó para quedarse

Estrechamente relacionado con el aumento de los métodos de pago digitales ha sido el auge mundial experimentado en el comercio electrónico en los últimos dos años.

Esto ha tenido lugar en mercados donde el comercio electrónico ya estaba establecido, así como en aquellos que antes habían sido más indecisos.

En América Latina, por ejemplo, antes del brote del virus, la penetración del comercio electrónico era comparativamente baja, y la adopción se vio obstaculizada por la importante población sin servicios bancarios de la región, las conexiones logísticas complicadas y la falta general de confianza en los métodos en línea.

Esta situación ha cambiado drásticamente, y se estima que el comercio electrónico minorista en la región creció casi un 40% en 2021.

Varias empresas locales han capitalizado el cambio en la demanda, entre ellas el mercado en línea Mercado Libre, que permite a las personas y empresas comprar, vender, publicitar y pagar bienes en su plataforma en línea.

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Otro es PIX, una billetera digital brasileña que obtuvo más de 110 millones de usuarios en su primer año, luego de estar en línea en noviembre de 2020.

En África, COVID-19 también ha dado lugar a un marcado aumento en el comercio electrónico, a pesar de los obstáculos de infraestructura de TIC. Esta es una tendencia que parece probable que continúe: un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo publicado en marzo encontró que más del 40% de los clientes en cuatro grandes países africanos planeaban reducir sus compras en el supermercado en el futuro comprando alimentos, ropa y electrónica en línea.

Han surgido una serie de nuevas empresas africanas para capitalizar este crecimiento. Estos incluyen TradeDepot, una plataforma de distribución de extremo a extremo, cuyo enfoque principal es la digitalización de la distribución micro-minorista. En respuesta a la interrupción de la cadena de suministro provocada por la pandemia, TradeDepot actualmente abastece a decenas de miles de minoristas a pequeña escala en Nigeria, Sudáfrica y Ghana.

De hecho, el ecosistema de nuevas empresas tecnológicas de África está siendo cada vez más reconocido por su dinamismo. Han surgido importantes clústeres tecnológicos en Lagos, Nairobi y Ciudad del Cabo, mientras que, en Argelia, el recientemente nombrado ministro de economía del conocimiento y nuevas empresas está encabezando un impulso para aumentar la innovación digital.

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Industrias de crecimiento digital

La aceleración de la digitalización ha abierto una variedad de industrias de crecimiento potencial más pequeñas que algunas economías emergentes buscan apoyar.

Uno de ellos es el aumento posterior a la pandemia de los llamados nómadas digitales, un término para los trabajadores que pueden trabajar de forma remota y trasladarse con relativa libertad.

Varios mercados emergentes buscaron capitalizar este fenómeno y atraer nómadas digitales a través de una serie de incentivos y visas especiales.

Por ejemplo, en octubre de 2020, el Gobierno de Dubái lanzó su programa de trabajo virtual. A esto le siguió en marzo de 2021 un permiso de residencia de un año en los EAU para trabajadores remotos.

A mediados de 2021, Dubái se clasificó como el segundo destino más atractivo para los nómadas digitales del mundo, después de Melbourne, Australia.

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Otra área de crecimiento para las economías emergentes es la ciberseguridad.

En México, un país que constantemente se clasifica como uno de los que más ataques cibernéticos en América Latina, la seguridad cibernética es una industria con un potencial considerable.

El aumento de la importancia de estos y otros campos se refleja cada vez más en los cursos universitarios, y las instituciones de educación superior se mueven para llenar los vacíos en el mercado laboral.

Un buen ejemplo de ello es Middlesex University Dubai, que además de los cursos existentes en áreas como ciencia de datos, gestión de redes y computación en la nube, este año lanzó nuevos cursos tanto en ingeniería electrónica como en ciberseguridad y pen testing, que capacita a los estudiantes en el campo de la seguridad de la red.

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Cerrar la brecha de las TIC

Otra importante oportunidad de crecimiento asociada con la digitalización está relacionada con la infraestructura física que la respalda.

Muchas economías emergentes tienen una infraestructura de TIC inadecuada, lo que limita su capacidad para capitalizar las oportunidades que están surgiendo de la transformación digital.

La penetración global de usuarios de internet es del 53,6%, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones de la ONU. En las economías avanzadas esta cifra es del 87%, pero se sitúa en el 47% en los países en desarrollo.

Si bien muchas comunidades de bajos ingresos, tanto en áreas rurales como urbanas, carecen de acceso a internet confiable y asequible, existen numerosos ejemplos de mercados emergentes que han implementado con éxito programas para expandir el acceso a internet.

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En Colombia, el plan Vive Digital implicó la creación de 900 centros de internet de acceso público y gratuito en localidades rurales.

Por otra parte, W-GDP Microsoft Women's Digital Inclusion Partnership de Microsoft, lanzada a fines del año pasado, tiene como objetivo expandir la cantidad de mujeres con acceso a internet en todo el mundo. El programa invertirá en infraestructura de TIC en áreas rurales de Colombia, Ghana, Guatemala, India y Kenia.

Mientras tanto, en los Emiratos Árabes Unidos, el gigante de las TIC Etisalat, con sede en Abu Dabi, está implementando la conectividad 5G, en asociación con la multinacional sueca de telecomunicaciones Ericsson. 5G es parte integral de la iniciativa Industria 4.0 de los EAU, anunciada en octubre, que es una piedra angular de la hoja de ruta del Gobierno para garantizar que la economía se mantenga dinámica durante el próximo medio siglo. 

Iniciativas como estas deberían ayudar a cerrar la brecha de la infraestructura digital y garantizar que los mercados emergentes puedan aprovechar la digitalización para mejorar el crecimiento económico.

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