Terrorismo y crimen organizado: un matrimonio de conveniencia
La relación existente entre el crimen organizado y el terrorismo ha sido y es una realidad desde hace años, no solamente en el contexto europeo, sino a nivel internacional. Tanto los organismos nacionales como internacionales se hacen eco del peligro que suponen ambos fenómenos por separado, por lo que es de esperar que cuando ambos converjan la amenaza aumente de manera exponencial, como ya se ha visto en numerosas ocasiones. Las Naciones Unidas alertan de estas posibles conexiones en varias de sus resoluciones, es por eso que es necesario abordar ambos fenómenos desde un mismo prisma, de manera que nos permita entenderlos y poder actuar de manera más eficiente y proactiva frente a ellos.
Antes de profundizar en la relación existente entre ambos fenómenos es necesario delimitarlos en líneas generales. Para ello, expondremos la definición sobre grupo delictivo organizado que nos ofrecen la Naciones Unidas en la Convención de las contra la Delincuencia Organizada Transnacional, 2004. No obstante, hemos de poner de relevancia que a pesar de que existe mayoritariamente un consenso a la hora de enmarcar el concepto de “crimen organizado”, no lo es así respecto del “terrorismo”, por lo que optaremos por la definición que nos presenta el Código Penal español para enmarcar este último. Entendemos, por tanto, en primer lugar, como “grupo delictivo organizado”:
“Grupo estructurado de tres o más personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a la presente Convención con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro beneficio de orden material1”.
En segundo lugar, y por lo que respecta al “terrorismo” (Art. 578 CP):
“Se considerará delito de terrorismo la comisión de cualquier delito grave contra la vida o la integridad física, la libertad, la integridad moral, la libertad e indemnidad sexuales, el patrimonio, los recursos naturales o el medio ambiente, la salud pública, de riesgo catastrófico, incendio, de falsedad documental, contra la Corona, de atentado y tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos, previstos en el presente Código, y el apoderamiento de aeronaves, buques u otros medios de transporte colectivo o de mercancías, cuando se llevaran a cabo con cualquiera de las siguientes finalidades: a.-) Subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas o de las estructuras económicas o sociales del Estado, u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo. b.-) Alterar gravemente la paz pública. c.-) Desestabilizar gravemente el funcionamiento de una organización internacional. d.-) Provocar un estado de terror en la población o en una parte de ella2”.
No obstante, la anterior definición, y a fin de proporcionar una visión desde el punto de vista internacional del término, también facilitaremos la definición que proporcionó un grupo de expertos de las Naciones Unidas en 2005.
“Cualquier acto destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a un civil o un no combatiente cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo3”.
Independientemente de los puntos en común que presentan ambos fenómenos, la principal diferencia la podemos encontrar en su finalidad. En primer lugar, respecto al crimen organizado, como toda actividad delictiva, el fin último que persigue es el beneficio económico o de carácter material. En segundo lugar, por lo que se refiere al terrorismo, este carece de una finalidad económica, sino que busca por medio del terror obtener réditos políticos. Aunque se difiera en la finalidad, son muchos los casos en los que uno se convierte en medio para el otro.
Es importante destacar que, si bien nos centramos principalmente en el terrorismo de corte islamista radical, no debemos obviar las demás formas de ejercer el terror, como son los grupos de extrema derecha, extrema izquierda y los de carácter étnico o nacionalistas. Así pues, cuando hablamos de terrorismo, sobre todo en el ámbito de la Unión Europea, hemos de ampliar nuestro punto de vista a todas las maneras de ejercer esta forma de violencia, con independencia del actor o su finalidad última.
Establecidas las bases de ambos conceptos, podemos dar un paso más allá para establecer los puntos en común, aquellos que generan una sinergia y que aumentan el nivel de amenaza de ambos fenómenos. La conexión o posible convergencia entre el terrorismo y el crimen organizado según los estudios de Makarenko4, 5Basra6 y Gil7, entre otros, transcurre por las siguientes fases o estadios:
a. Alianzas: el punto de inicio de cualquier relación delictiva es la formación de (inter)relaciones entre distintos grupos. Estas sientan las bases para una mayor y profunda interconexión. Debido a la globalización y al uso de las tecnologías, estas alianzas exceden los límites geográficos y se adentran no sólo en el plano físico de las relaciones sino también en el mundo virtual.
b. Apropiación de tácticas e integración: cuando se avanza en esta alianza, surgen las primeras transferencias de habilidades y conocimientos. No debemos olvidar que muchos terroristas poseen un pasado como delincuentes. Un claro ejemplo de esto lo encontramos en las FARC en Colombia o con miembros del Daesh.
c. Hibridación: en este punto, ambos grupos asumen tanto roles como tácticas unos de otros, e incluso su agenda comienza a cambiar. Esto último se refleja, de un lado, en que los grupos terroristas persiguen beneficios económicos a través de las actividades delictivas (tráfico de drogas, personas, antigüedades…), y, de otro lado, los grupos criminales buscan un cambio político.
d. Transformación: es la última fase y en ella no se puede distinguir un fenómeno de otro. Si bien no hay constancia de que esta etapa se haya consumado en suelo europeo, si podemos encontrarla en el Sahel, donde terrorismo y crimen organizado ya son una realidad indisoluble, o en el caso de la FARC en Colombia tal y como se ha mencionado en etapas anteriores.
La convergencia según las fases descritas la podemos encontrar en el momento en que ambos grupos (terroristas y criminales) se integran e hibridan. Aunque no se lleva a cabo una transformación completa, las líneas divisorias entre ambos comienzan a desdibujarse, por lo que las amenazas se multiplican y la dificultad para las fuerzas y cuerpos de seguridad aumentan.
El panorama criminal en el 2021 ha cambiado radicalmente. El mundo cambia y los criminales con él. Cada vez son más los mercados criminales que se ofertan y quien los contratan8. Es por esto, que los principales beneficios que obtienen los terroristas del crimen organizado son los servicios que estos prestan y que en última instancia los grupos terroristas precisan para alcanzar sus fines9. Sin ser exhaustivos, podemos encontrar los siguientes:
a. Documentación falsa: A fin de moverse con libertad y sin levantar sospechas a través de nuestras fronteras, el uso de documentación falsa se convierte en un servicio ampliamente demandado tanto por criminales como por terroristas a lo largo de todo el globo. En este punto hemos de destacar las ventajas que se derivan al poder entrar mediante estos medios en el espacio Schengen, lo que les ofrece una movilidad absoluta entre sus fronteras.
b. Tráfico de armas: Una de las actividades delictivas que mayor relevancia presenta dentro del ámbito del terrorismo es el tráfico de armas y explosivos. La denominada “ruta de los Balcanes” sigue siendo en 2021 la principal puerta de entrada de armas y explosivos de grado militar a la Unión Europea. Otra de las principales rutas de tráfico proviene de Ucrania. Como consecuencia de este mercado ilícito, las armas acaban en manos tanto de grupos criminales como de terroristas de diferente índole. Un claro ejemplo lo hallamos en los atentados de París de 2015.
c. Redes de tráficos ilícitos: Se trata de redes de distribución ilegales de productos, como las dedicadas al narcotráfico o al tráfico de seres humanos. Mediante estas, son muchos los grupos, como el Daesh, que han introducido en suelo europeo a potenciales terroristas. Destacamos que crisis humanitarias, como la de Siria o más recientemente la de Afganistán, han sido y son uno de los principales focos del tráfico de personas a través de las fronteras con el consiguiente riesgo para la seguridad colectiva. De nuevo, la de los Balcanes se contempla como una de las principales rutas de entrada en suelo europeo, por medio de sus redes criminales dedicadas al tráfico de seres humanos. Otro exponente de éste fenómenos son las redes situadas en el norte de África con destino a España.
d. Financiación a través del tráfico de drogas: Uno de los mayores retos a los que ha de hacer frente tanto las fuerzas y cuerpos de seguridad, así como servicios de información e instituciones, es el fenómeno de la financiación del terrorismo por medio de tráficos ilícitos, como el que se deriva de las drogas. Cada vez son más los grupos criminales cuyo principal mercado es el narcotráfico, unido a que en muchos casos tanto terroristas como criminales habitan en las mismas milieus10, por lo que en muchos casos ambos grupos se solapan. Como ejemplo de esto podemos encontrar a la FARC, al IRA o a los propios talibanes.
¿Realmente estamos preparados para hacer frente a estas amenazas conjuntamente? A día de hoy no podemos obviar el nexo existente entre ambos fenómenos, ya que de lo contrario estaríamos cometiendo un error estratégico de primer orden. En pleno siglo XXI, las sinergias que se desarrollan en torno al ámbito delictivo, unido a una mayor globalización y alcance de las mismas, suponen un reto para todas las democracias, principalmente en la Unión Europea. De ahí que muchos países de nuestro entorno, agrupen en sus estrategias de seguridad nacional a ambos fenómenos11, e incluso que configuren instituciones específicas para hacerles frente. Un claro ejemplo lo tenemos en nuestro país con la creación del Centro de Inteligencia para el Terrorismo y Crimen Organizado, CITCO. Las fuerzas y cuerpos de seguridad han de ser más proactivas en materia de inteligencia criminal12, anticipándose a las tendencias y nuevas sinergias que se desarrollan en ambos aspectos, el criminal y el terrorista, de manera que unido a la detección de objetivos de alto valor estratégico13 se pueda mitigar el impacto de las futuras amenazas que suponen la unión entre el crimen organizado y el terrorismo.
José Luis Gil Valero, analista de Estudios Estratégicos y de Seguridad Internacional y colaborador de Sec2Crime en el área de Terrorismo y Conflictos Armados.
Referencias bibliográficas:
1. Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito, “Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional y sus Protocolos” Viena 2004. https://www.unodc.org/documents/treaties/UNTOC/Publications/TOC%20Convention/TOCebook-s.pdf
2. Código Penal español. Actualizado a 19 de julio de 2021. file:///C:/Users/JLGV/Downloads/BOE-038_Codigo_Penal_y_legislacion_complementaria.pdf
3. “DEFINICIÓN DE TERRORISMO: según los expertos de la ONU”. Libertad Digital, 2005, disponible en https://www.libertaddigital.com/nacional/definicion-de-terrorismo-segun-los-expertos-de-la-onu-1276246052/
4. MAKARENKO, Tamara, “The Crime–Terror Continuum: Tracing the Interplay between Transnational Organised Crime and Terrorism” Global Crime, Vol. 6, No. 1, February 2004, pp. 129–145. https://www.iracm.com/wp-content/uploads/2013/01/makarenko-global-crime-5399.pdf
5. MAKARENKO, Tamara, “Europe’s Crime-Terror Nexus: Links between terrorist and organised crime groups in the European Union” ParlamentoEuropeo, Directorate-General for internal Policies, Bruselas 2012, https://www.europarl.europa.eu/document/activities/cont/201211/20121127ATT56707/20121127ATT56707EN.pdf
6. BASRA, Rajan y R. NEUMANN, Peter, “Crime as Jihad: Developments in the Crime-Terror Nexus in Europe”, CTCSENTINEL, Volume 10, Issue 9, October 2017. https://ctc.usma.edu/wp-content/uploads/2017/10/CTC-Sentinel_Vol10Iss9-21.pdf
7. GIL VALERO, José Luis, “Terrorismo islamista y crimen organizado en la Unión Europea: el tráfico ilícito de armas de guerra” Documento de Opinión IEEE 63/2021
http://www.ieee.es/contenido/noticias/2021/05/DIEEEO63_2021_JOSGIL_Armas.html
8. Europol, “EUROPEAN UNION SERIOUS AND ORGANISED CRIME THREAT ASSESSMENT – SOCTA 2017” Europol 2017. https://www.europol.europa.eu/activities-services/main-reports/european-union-serious-and-organised-crime-threat-assessment-2017
9. Europol, “EUROPEAN UNION SERIOUS AND ORGANISED CRIME THREAT ASSESSMENT – SOCTA 2021” Europol 2021 file:///C:/Users/JLGV/Downloads/europol-european_union_serious_and_organised_crime_threat_assessment_-2021-10-10.pdf
10. Entendemos estas, por los mismos entornos socio-culturales en donde convergen ambos tipos de fenómenos y que reúnen unas características comunes. Como ejemplos los podemos encontrar en el barrio del Príncipe Alfonso de Ceuta o el barrio de Molenbeek en Bruselas.
11. Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado y Delincuencia Grave, 2019-2023. Consejo de Seguridad Nacional, https://www.dsn.gob.es/es/documento/estrategia-nacional-contra-crimen-organizado-delincuencia-grave
12. OSCE, “Guidebook on Intelligence-Led Policing” OSCE, 2020. https://www.osce.org/files/f/documents/d/3/327476.pdf
13. Europol, “EUROPEAN UNION TERRORISM SITUATION AND TREND REPORT 2021 (TESAT)” Europol, 2021 file:///C:/Users/JLGV/Downloads/tesat_2021_0%20(1).pdf
