El portavoz del Ejército Nacional Libio, Ahmed al-Mesmari, ha señalado que están listos para continuar la batalla y hacer retroceder a las fuerzas turcas apoyadas por Qatar

Turquía ya controla los puertos libios de Trípoli, Misrata y Al-Khums

PHOTO/REUTERS - Vehículos militares de las fuerzas gubernamentales libias se dirigen a la primera línea de batalla desde Misrata, Libia, el 3 de febrero de 2020

Las fuerzas turcas que intervienen en Libia, respaldadas por Qatar militar y financieramente, ya controla los puertos de Trípoli, Misrata y Al-Khums, según ha confirmado Ahmed al-Mesmari, portavoz del Ejército Nacional Libio comandado por el mariscal Jalifa Haftar, en una rueda de prensa a través de Facebook este miércoles que recoge en su versión digital la cadena Al-Arabiya. Al-Mesmari ha señalado que el Ejército libio está listo para la batalla y ha asegurado que sus fuerzas plantarán cara al “enemigo”.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de los distintos grupos rebeldes sobre la tiranía de Muamar al Gadafi. Desde 2015, el país tiene dos Ejecutivos: el tutelado por Haftar en el este y uno denominado Gobierno de Acuerdo Nacional sostenido por la ONU en Trípoli (GNA).

Al-Mesmari también ha informado durante la rueda de prensa de este miércoles que el comandante del Ejército Nacional Libio, Jalifa Haftar, ha autorizado la reapertura de los puertos petroleros en el disputado golfo de Sirte y el reinicio de la producción de crudo y gas tras más de seis meses de bloqueo. Según el jefe de la milicia Guardianes de las Instalaciones Petroleras, Nayib al Maghribi, la medida busca "acabar con los problemas que sufren miles de libios en distintas regiones del país y proteger esta infraestructura vital para la subsistencia del país. En particular, para poner en marcha las centrales del oeste del país y garantizar el suministro de energía eléctrica, interrumpida en numerosas ciudades, incluida la capital.

Al-Mesmari también ha señalado durante su intervención que Sirte y Al-Jufrah no son áreas desmilitarizadas y ha informado que Turquía ha convertido Misrata en una base administrativa turca para entrenamiento y almacén de armas, y que Turquía se ha expandido y ha llegado hasta el puerto de Khums, donde se encuentra la base naval más grande. Este responsable militar ha recalcado que sus fuerzas no se retirarán ni un centímetro de la ciudad de Sirte y que seguirá preparándose para defender esta zona

Al-Mesmari considera que la reunión entre los ministros de defensa de Turquía y Qatar con Fayez Sarraj, presidente del Gobierno de Trípoli, que se ha producido esta semana es una “declaración” de guerra contra Libia. Este militar ha asegurado que Qatar y Turquía están trabajando para reclutar más mercenarios y enviarlos a Libia para luchar contra el Ejército Nacional Libio. El Gobierno de Trípoli, cuyas fuerzas militares están desplegadas en las cercanías de Sirte, ha explicado que la reapertura de los puertos es un paso insuficiente y que las fuerzas de Haftar deben salir de Sirte y Jufrah. 

Estas advertencias se producen a la vez que Estados Unidos y Alemania tratan de medias para que las partes libias establezcan Sirte y Jufrah como una zona desmilitarizada que separe a las dos partes en conflicto para evitar el enfrentamiento militar en la región. En el último año, la guerra fratricida que sacude desde 2015 el país se ha convertido en enfrentamiento armado multinacional, completamente privatizado, sin Ejércitos regulares, librado por milicias locales y mercenarios extranjeros.

El Gobierno de Trípoli cuenta con el apoyo de Qatar, Italia y Turquía -que ha comenzado a levantar base militares en Libia-, mientras que Haftar es respaldado por Francia, Jordania, Egipto, Sudán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Rusia, países estos últimos que le dotan de sus propios mercenarios y de armas, pese al embargo de armamento de la ONU que desde 2011 pesa en el país.

Antes de la revolución, el país producía en torno a 1,8 millones de barriles diarios de crudo, cifra que descendió a menos de 100.000 desde que Haftar ordenó el bloqueo de las instalaciones en el golfo de Sirte, corazón de la industria petrolera libia.

Desde hace tres meses, las fuerzas militares de ambos gobiernos, apoyadas por miles de mercenarios extranjeros, se están desplegando en el citado golfo, cuyo control es vital para el futuro del país, en medio de una intensa actividad diplomática internacional para tratar de evitar un nuevo enfrentamiento armado.

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