El gobierno de Erdogan se ofrece a hablar con Al-Assad tras doce años de ruptura diplomática

Turquía vuelve a tender la mano a Siria

photo_camera PHOTO/ Vyacheslav Prokofyev, Sputnik, Kremlinvia AP - El presidente turco Recep Tayyip Erdogan

Ankara quiere volver acercase a Damasco doce años después de que se produjese la ruptura de las relaciones diplomáticas con Siria tras el estallido de la guerra civil. Según ha anunciado el gobierno de Erdogan, Turquía estaría lista ahora para mantener conversaciones con Damasco en un momento en el que el Ejército turco estaría librando importantes operaciones militares en zonas de Irak y Siria contra los kurdos del PKK, considerados como terroristas por parte de Ankara.

Así, Turquía continúa tratando de dar pasos a favor de Bachar al-Assad. A principios de este mes, el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavasoglu, reveló que se habrían mantenido conversaciones con su homólogo sirio, aunque estas no fueron confirmadas por Damasco. Asimismo, según declaró Erdogan en una rueda de prensa tanto las relaciones de Turquía con Siria como el propio diálogo “no se pueden cortar entre los estados”

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Este viraje por parte de Turquía se enmarca en la nueva etapa diplomática de Erdogan que busca erigirse como un país fuerte y confiable en la región. A pesar de que el presidente turco ha sido uno de los más críticos contra la presidencia de al-Assad y se ha acusado a su Gobierno de haber empleado mercenarios yihadistas contra él, ahora Turquía pretende volver a estrechar lazos “sin condiciones”.

Del mismo modo, este posible acercamiento habría podido ser propiciado por Rusia después de que, en unas conversaciones mantenidas con Turquía, Moscú haya propuesto que Turquía y Siria debían trabajar conjuntamente para mantener una “zona segura”

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En esta línea, es posible que Erdogan trate de acercarse directamente a al-Assad el próximo mes de septiembre en el marco de la celebración de la Organización de Cooperación de Shanghái, a la que ambos están invitados. 

Para la oposición siria en Turquía este gesto ha sido acogido con profundas críticas ya que millones de refugiados sirios se encuentran bajo la condición de “protección temporal” en el país turco. Ante la creciente presión pública, Erdogan se habría comprometido a devolver los millones de refugiados a Siria en un gesto del que tampoco habría obtenido respuestas por parte de Damasco. 

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Lo que sí que el gobierno de Al-Assad ha criticado abiertamente es la presencia de miembros del Ejército turco en Siria. En esta línea, Damasco ha pedido abiertamente a Turquía que retire sus fuerzas del territorio sirio mientras que para Ankara la presencia de sus tropas beneficia a ambos países porque estas estarían destinadas a eliminar “la amenaza terrorista”.

Desde que Turquía inició sus operaciones militares contra objetivos kurdos en el norte de Siria, concretamente en las ciudades de Tel Rifaat y Manbij, miles de kurdos han muerto debido a sus ofensivas y bombardeos. Organizaciones militares kurdas como las YPG, brazo armado del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y las YPJ, las Unidades de Protección Femeninas, enemigos acérrimos de Turquía, libraron un papel fundamental en el conflicto civil sirio tras derrocar a los yihadistas que habían tomado una importante parte del territorio sirio llegando a situar en Raqa la capital de su Califato

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Ambas organizaciones han denunciado sistemáticamente a Turquía por haber realizado tanto contra sus miembros como contra la población civil kurda numerosas violaciones contra los derechos humanos, además de asesinatos y encarcelamientos injustos.

En la actualidad la organización política pro-kurda HDP es la tercera fuerza parlamentaria en Turquía y durante estos años se ha enfrentado a un camino tortuoso por continuar existiendo. En este contexto, el Gobierno de Erdogan ha tratado de ilegalizarlo y eliminarlo de la vida política en Turquía, algo que por el momento no ha conseguido. Mientras tanto y a tan solo un año de la celebración de elecciones en Turquía, Erdogan, líder del partido islamista de la Justicia y el Desarrollo (AKP), va teniendo cada vez más rechazo social, perdiendo adeptos a un ritmo frenético. 

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