Las placas tectónicas, pese a los terremotos que generan, son el motivo que dio origen a la vida en la Tierra y ha permitido su constante evolución

Turquía y Siria: nuevas víctimas de los alaridos internos del planeta

REUTERS/UMIT BEKTASAR - Una mujer mira mientras los equipos de rescate buscan supervivientes bajo los escombros tras un terremoto en Hatay, Turquía, 7 de febrero de 2023

Las placas tectónicas han sido, son y serán una de las mayores incógnitas de la historia de la humanidad. Los astrónomos calculan que hay hasta cien mil millones de planetas en el universo conocido. Pese a que son muchos los mundos con el tamaño de la Tierra que están dentro de la llamada zona habitable de su estrella, la región donde no hace demasiado calor, ni demasiado frío para que potencialmente exista agua líquida sobre la superficie, ninguno las posee. Si bien permiten que la vida tuviese cabida y afectan al clima, por otro lado, son las armas más mortíferas del planeta. Las placas tectónicas no son sino la prueba de que, aun extinguiéndose toda la biosfera, la Tierra seguiría “viva”. 

La superficie terrestre es un rompecabezas de placas del tamaño de continentes que se empujan, se rozan y chocan entre sí, generando poderosos procesos que forman montañas y transforman paisajes. Asimismo, son las responsables del metabolismo geológico del planeta -especialmente el dinamismo de sus placas tectónicas- provocando que sea habitable. Si el planeta fuese una roca espacial fría, muerta e inerte, probablemente la vida como la conocemos no podría existir. Estos procesos llevan carbono dentro y fuera del interior del planeta, regulando la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, un gas con efecto invernadero.

 atalayar-mapa-terremoto-siria-turquia-anatolia-sismo

Un sismo es una sacudida o temblor de la Tierra por causas internas. Estos movimientos se producen con el choque de las placas tectónicas, que son fragmentos de la Litosfera (la capa más superficial de la Tierra), que se desplazan como un bloque rígido, sin que se presente una deformación interna sobre la Astenosfera (la capa inmediata a la litosfera, que se encuentra entre unos 100 y unos 240 kilómetros por debajo de la superficie). Existe un puñado de placas tectónicas principales y docenas secundarias. Seis de las principales reciben el nombre del continente en el que se encuentran. 

Algunas de ellas son la placa norteamericana, la placa africana, la placa sudamericana, la placa euroasiática (que alberga la mayor parte de Asia y Europa), placa australiana (donde estaría el continente de Oceanía) y la Placa Antártica. Las placas secundarias son más pequeñas, pero no menos importantes en cuanto a su influencia sobre la estructura del planeta. La pequeña placa Juan de Fuca, por ejemplo, es responsable de los volcanes que salpican la región del Pacífico Noroeste de Estados Unidos. En nuestro caso, la placa ibérica es la responsable de nuestra geografía y está situada al norte de la Placa Africana y soldada a la Placa Europea.Los terremotos se suceden constantemente en todo el planeta sobre todo en los límites de las placas. 

 atalayar-infografia-mapa-terremoto-anatolia-turquia-siria-geologia

Esta vez, respecto al terremoto que ha afectado a la frontera entre Turquía y Siria, el movimiento se produjo en la placa de Anatolia. La placa de Anatolia o placa turca es una placa tectónica continental que comprende la mayor parte de la península de Anatolia (Asia Menor) y, por lo tanto, de Turquía.  Los movimientos bruscos de la placa han provocado dos potentes sismos que afectaron con nueve horas de diferencia el sur y el centro de Turquía este mismo lunes. La ubicación preliminar del terremoto lo sitúan en una de las zonas más peculiares del planeta donde 3 de las 18 placas que existen se tocan. Como resultado: uno de los sismos más potentes y mortíferos. Pasadas ya 33 horas -a la fecha de publicación del artículo- más de 5.000 personas han fallecido y más de 20.000 resultaron heridas.​ El primer terremoto ocurrió al oeste de la ciudad de Gaziantep a las 04:17 hora local.

 atalayar-terremoto-siria-alepo-supervivientes-ruinas

Pese a la peculiaridad de la zona es, en términos sísmicos, una zona “relativamente tranquila”. En los últimos 50 años solo se produjeron tres terremotos de magnitud 6 o superior. Todos ellos se sucedieron en las proximidades de la falla de Anatolia. Que la región se catalogue como “tranquila” no quita que en el pasado hayan sufrido catástrofes de gran magnitud. Alepo capital de Siria, fue devastada históricamente varias veces por grandes terremotos. Aunque las ubicaciones precisas y las magnitudes de estos terremotos solo pueden estimarse, la capital siria fue golpeada por un terremoto de magnitud estimada 7,1 en 1138 y un terremoto de magnitud estimada 7,0 en 1822. Las estimaciones de fatalidad del terremoto de 1822 fueron de entre 20.000 y 60.000 personas. 

 atalayar-infografia-terremotos-historico-muertes-mundo

El origen del sismo producido el lunes a medianoche es debido al estrangulamiento que sufre la zona ya que todas las placas que rodean a la península de Anatolia están presionando hacia dentro. Cuando los geólogos relativizan sobre la actividad de una región, se basan en decenas de parámetros entre los que destacan: la aceleración sísmica horizontal, la profundidad media de los movimientos tectónicos y la periodicidad. Si tenemos en cuenta el primer factor, la región se mueve una media de 1 centímetro por cada terremoto. Sin embargo, el terremoto sufrido el lunes, ha desplazado la falla de Anatolia más de 2 metros durante 70 kilómetros, lo que mantiene a los sismólogos en una encrucijada que no llegan a comprender. Con relación a la profundidad debemos primero contextualizar. La falla de Anatolia es una de las menos profundas por lo que, en este sentido, es un factor que favorece el origen de seísmos de gran magnitud. 

Por último, el factor clave para el análisis de la zona: la periodicidad. Si bien en 2020 se produjo un gran terremoto en la zona, no es más que una anomalía. La periodicidad de la falla de Anatolia de sufrir un seísmo en comparación con otras fallas de las mismas características es de hasta 10 veces menos probable. Los geólogos estiman que un terremoto superior a 6 en la escala de Richter con la violencia de IX en la escala de Mercalli (cuyo valor máximo sería X), se producen cada 772-917 años. Para ponernos en contexto, en la falla de San Andrés la periodicidad es de 200 años o en la falla Mentawai, originaria de los terremotos más potentes que se conocen, la periodicidad apenas roza los 100 años.

 atalayar-terremoto-siria-superviviente-hospital

Una lección que deja los movimientos telúricos sucedidos en Turquía y Siria es la importancia de la divulgación del conocimiento, no solamente con los expertos, ya que para lograr incrementar la resiliencia se requiere igualmente sensibilizar y empoderar a todos y cada uno de los actores que intervienen en dichos procesos. Como indicábamos al principio, los sismos son una de las mayores incógnitas a resolver. Si bien se conocen desde hace milenios, nadie ha conseguido ni advertirlos ni enmudecerlos. Los terremotos son sucesos inevitables, sucesos que nos demuestran que el poder de la naturaleza es quien tiene siempre la última palabra. 

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato