La petición se plantea tras el cruce de acusaciones por los ataques de Saudi Aramco

Un grupo pro-iraní en Irak exige la expulsión de tropas extranjeras

photo_camera AP/SUSANNAH GEORGE - Soldados del Ejército de Estados Unidos realizan una patrulla de reconocimiento en una aldea rural cerca de un puesto de avanzada de la coalición en el oeste de Irak

Los ataques a las plantas petrolíferas de Saudi Aramco de este fin de semana continúan desatando un efecto dominó de reacciones internacionales. La última intervención viene por parte de los políticos iraquíes, los cuales piden la retirada de las tropas extranjeras del país.

Ahora, un grupo de cincuenta políticos pertenecientes a Al Sadiquon, la rama política de Asa’ib Ahl Al-Haq, uno de los grupos paramilitares chiíes más influyentes en Irak, ha firmado y presentado un anteproyecto de ley en el que se exige la expulsión de tropas foráneas, pensado, especialmente, en los más de 5.000 efectivos estadounidenses actualmente presentes en Irak en misión de entrenamiento del Ejército iraquí y de apoyo en estrategia contraterrorista.

El grupo, pro-iraní, realiza esta petición justo después de las acusaciones por parte de Estados Unidos y Arabia Saudí, en las que denunciaban la intervención de Irak e Irán en el ataque de Saudi Aramco. De acuerdo con las denuncias realizadas, los ataques a las refinerías habrían sido lanzados desde suelo iraquí con armas de origen iraní, tras las declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en las que afirmaba que, a pesar de la reclamación del ataque por parte de los hutíes, no había indicio alguno de que los ataque se hubiesen llevado a cabo desde Yemen.  

Chiíes iraquíes marchan durante un desfile que marca el Día de Al-Quds (Día de Jerusalén), en Bagdad, Irak

Ambos gobiernos ya han desmentido la involucración de sus estados, habiendo declarado también al respecto el comandante de Asa’ib Ahl Al-Haq a Arab News que: “Sabemos que las acusaciones son infundadas y los estadounidenses no pueden probarlas. Sabrían si alguno de los drones hubiera despegado de cualquier parte de Irak, ya que controlan por completo los cielos iraquíes, por lo que es solo un nuevo pretexto para atacarnos”.

Este ha sido también ha sido el pretexto que ha utilizado en consecuencia el comandante chiíta anti-americano, Qais Al Kazali, para poner sobre la mesa parlamentaria, una vez más, la salida de las tropas extranjeras, con el objetivo de beneficiarse de esta retirada para poder ganar ganar más influencia en Iraq y reducir el intervencionismo extranjero.

El pasado febrero, se reiteraron los intentos por debatir este asunto desde la cámara legislativa. Kazali, en ese momento, predecía confiadamente, según la Asociación Europea de Libertad Iraquí (EIFA por sus siglas en inglés), que el anteproyecto de ley para la expulsión de las tropas extranjeras “sería aprobado fácilmente en el parlamento. Creo que más de la mitad de los miembros del parlamento rechazan la presencia militar estadounidense por principios”. Asimismo, hacía hincapié en que este asunto se extendía también a tropas turcas con base en Irak. Sin embargo, ocho meses más tarde, este debate sale otra vez a la luz sin mayores cambios.

Miembros de las Fuerzas de Movilización Popular iraquíes (PMF) en un desfile militar en la ciudad de Taza.

“Estos políticos están presionando para que este tema se discuta durante la sesión parlamentaria del martes”, dijo en declaraciones al medio The National, el miembro del parlamento, Sarkwat Al Shams. En este mensaje, también ha expresado la brecha de seguridad que se abriría en Irak en la lucha contra Daesh si se llega a producir el abandono de las fuerzas extranjeras. 

Desde la invasión dirigida por Estados Unidos en 2003, los sentimientos de rechazo en la población iraquí sobre la presencia de la potencia occidental siguen aún latentes. Sin embargo, y como ha explicado el parlamentario, “necesitamos continuar colaborando con las tropas extranjeras contra la amenaza inminente de Daesg porque está lejos de terminar”.

A pesar de que el asunto aún no ha sido incorporado a la agenda parlamentaria, Al Shamsi no ha dudado en pronunciarse al decir que “es imperativo que el parlamento desestime esta moción”.

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