Un ataque perpetrado por el Daesh en la prisión de Ghwayran, al noreste de Siria, ha puesto en peligro la situación de más de 800 menores que podrían ser utilizados como “escudos humanos”

UNICEF denuncia la inseguridad que enfrentan los niños en el noreste de Siria

photo_camera AFP/AAREF WATAD - Niños sirios desplazados en un campamento instalado cerca de la aldea de Kafr Lusin, cerca de Idlib

El conflicto entre los militares del Daesh y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) –milicia compuesta mayoritariamente por efectivos kurdos y respaldada por los Estados Unidos–, continúa agudizándose y cobrándose nuevas víctimas. Ejemplo de ello ha sido el asalto perpetrado por el grupo yihadista a la cárcel de Ghwayran, en la ciudad de Hasaka, al noreste del territorio sirio. Esta prisión alberga a casi 5.000 islamistas del Daesh procedentes de 30 países diferentes, incluyendo entre ellos a peligrosos líderes de la organización, y ya ha sido motivo de advertencias por parte de las fuerzas kurdas.

La semana pasada, mientras dos camiones con explosivos detonaban frente a las instalaciones, los cerca de 5.000 prisioneros miembros del Daesh se amotinaron contra las fuerzas de seguridad en una acción que ha sido calificada por Aymen Jawad al Tamimi, experto en el grupo terrorista, como la operación “más sofisticada” desde la caída del autoproclamado califato, en el año 2019. Así lo ha recogido el portal suizo de noticias, Swissinfo.

REUTERS/GORAN TOMASEVIC  -   Prisioneros de Irak y Siria, sospechosos de formar parte de Daesh, en una celda en Al-Hasaka, Siria, el 11 de enero de 2020

Según ha notificado la FDS, las fuerzas kurdas y de la coalición internacional ya han logrado hacerse con el control de gran parte de la región, así como de las instalaciones de Ghwayran, y continúan con las “operaciones para reducir el espacio del Daesh”. De esta forma lo publicaba el Centro de Coordinación y de Operaciones Militares de las FDS en su cuenta oficial de Twitter. Mientras, aunque aún se desconoce el número exacto de yihadistas fugados, se calcula que estas cifras podrían alcanzar los 800; y, por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ya ha informado de que alrededor de 136 presos han sido encontrados y detenidos en las localidades próximas a la prisión.  

Sin embargo, Ghwayran funciona también como un centro de detención de menores, y la presencia de estos jóvenes ha supuesto un freno al avance de las fuerzas kurdas y de la coalición internacional. Estos cerca de 850 niños y adolescentes han sido tomados como “rehenes”, y actualmente están siendo utilizados como “escudos humanos” por los yihadistas, sostenía una declaración emitida por las FDS.  

Ante esta situación, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) también ha hecho público un comunicado en el que ha condenado la situación de los menores retenidos y ha pedido su liberación. “La detención de niños solo debe ser una medida de último recurso y por el menor tiempo posible”, denunciaba la agencia de la ONU. “Algunos tienen tan solo 12 años y, a medida que continúan los enfrentamientos, aumenta el riesgo de que los niños sufran daños o sean reclutados por la fuerza”.

UNICEF/Delil Souleiman  -   Miles de mujeres y niños están recluidos en condiciones inhumanas en Siria e Irak

Pero estos 850 menores no son los únicos afectados. “En el noreste de Siria, casi 10.000 niños y sus madres se encuentran en centros de detención o en los campos de Al-Hol y Roj. Vienen de más de 60 países y luchan por sobrevivir en medio de condiciones cada vez más terribles y el duro invierno. Todos ellos son críticamente vulnerables y necesitan protección urgente”, agregaba el comunicado de UNICEF, haciendo un llamamiento a toda la comunidad siria para “que mantengan a los niños fuera de peligro y los protejan en todo momento”.  

Por otro lado, según ha reportado la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), la violencia de los enfrentamientos entre ambos grupos militares ha obligado a huir a casi 45.000 personas de la región de Hasaka. Los combates se han cobrado más de 200 vidas hasta el momento – de las cuales se han contabilizado alrededor de 175 yihadistas, 27 miembros de las FDS y las milicias Asayish y varios civiles –; así como decenas de militares heridos.

PHOTO/AFP  -   Soldados sirios y fuerzas gubernamentales en la ciudad siria de Deir Ezzor

"Podemos esperar más operaciones de este tipo en el futuro, especialmente porque las FDS no tienen los recursos suficientes para defender las prisiones donde los yihadistas están encarcelados", ha afirmado Nicholas Heras, del centro de estudios Newlines Institute, para Swissinfo. Aunque, sin embargo, se considera que este resurgimiento del movimiento extremista difícilmente podrá alcanzar el poder que ostentaba antes de ser derrocado en 2019, en la localidad de Baguz, cuando el territorio que controlaba se extendía por toda Siria e Irak.  

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