Este terrible fenómeno, lejos de estar paliándose, extiende sus efectos a lugares y tiempos lejanos.

El hambre provocada deliberadamente como arma de guerra

1.    Introducción y conceptualización

Quizá, la causa de la existencia del hambre está más asociada en el imaginario colectivo a desastres relacionados con el cambio climático, no obstante, solamente de las actuales hambrunas, es en el Cuerno de África donde el cambio climático ha jugado un papel muy destacado. Así, a fecha de abril de 2022 se estimaba que hasta 20 millones de personas pueden pasar hambre en el Cuerno de África por la actual sequía, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

En el resto de lugares, son las acciones políticas, en algunos casos junto al cambio climático y en otros no, las que tienen el papel predominante en las hambrunas. Sin duda el cambio climático provocará fluctuaciones en la producción alimentaria y afectará de manera especial a los más pobres. Pero la pieza fundamental que conduce a las hambrunas es política1.

En líneas generales podemos afirmar, de acuerdo con Alex de Waal2, que el riesgo de morir de hambre ha decrecido en los últimos 30 años gracias a los esfuerzos humanitarios, pero también por el descenso de actitudes políticas que consideran al ser humano como prescindible.
Por ello, y para contextualizar bien de qué estamos hablando, cuando mencionamos el hambre como arma de guerra, conviene definir los términos que vamos a utilizar en este documento.


1.1    Hambruna y hambruna de masas

-    Hambruna: el hambre es tanto un resultado como un proceso. Como resultado, el hambre significa la privación de alimentos hasta la muerte. Como proceso estamos refiriéndonos a la hambruna provocada que se explica en el siguiente punto.

-    Hambruna de masas o hambre a gran escala provocada deliberadamente por el hombre: en este caso no nos estamos refiriendo a las hambrunas causadas por desastres o fenómenos naturales como las sequías o terremotos. La hambruna provocada objeto del interés de este documento, es un proceso generalmente largo, barato y silencioso. En él, líderes con el poder y los medios necesarios, impiden la capacidad de las personas, que han señalado como su objetivo, de obtener los medios necesarios para sobrevivir, y de manera especial, la comida3. Este crimen sirve a intereses políticos, de guerra y económicos.

Los medios para provocar este proceso van desde la negación de la entrada de actores humanitarios en un área determinada, el cierre de carreteras, puertos u otros medios de transporte para evitar la distribución de alimentos, a la destrucción de cosechas y de pozos u otros sistemas de acceso al agua, y un largo etcétera.

Se trata de un crimen contemplado como arma de guerra en el derecho internacional4: «Usar intencionalmente el hambre de civiles como método de guerra privándolos de objetos indispensables para su supervivencia, incluso impidiendo deliberadamente los suministros de socorro según lo dispuesto en los Convenios de Ginebra». No obstante, el juicio de estas acciones resulta harto complicado por lo difícil que resulta demostrar la intencionalidad, pero también porque su definición es muchas veces una cuestión política. Como ejemplo sirva, que el embajador norteamericano en las Naciones Unidas, Nikki Haley, condenó muchas veces al gobierno de Siria por la utilización del hambre como método de guerra pero, sin embargo, no hizo esta acusación con el innegable caso yemení5.


1.2    Inanición

Debemos incluir la inanición masiva forzada en la definición de hambruna. La palabra inanición no implica que todas las muertes se deban directamente al hambre, pues las mayores asesinas son las enfermedades derivadas de ella.

La hambruna y sequía de Darfur de los años 80, no solamente mató de hambre a gran parte de la población, sino que también lo hicieron los daños colaterales en la economía y en el tejido social; y de manera especial los movimientos de población, y su hacinamiento y reclusión en campos de desplazados6.

1.3    Matar de hambre: «to starve»

El verbo matar de hambre (to starve, en inglés) debe entenderse en primer lugar como un verbo transitivo para resaltar que algunos poderosos matan de hambre a otros con menos poder, dejándoles fallecer de hambre, enfermedad o agotamiento. La inanición masiva incluye un alto abanico de causas que van desde la imprudencia hasta la voluntad de matar o el genocidio7. Se trata de una violencia silenciosa8 y muy eficaz para los fines perseguidos que veremos más adelante.


2.    Periodos históricos de hambrunas

Ya hemos resaltado que el hecho de provocar el hambre no es un fenómeno novedoso. Así, en la historia de las grandes hambrunas y calamidades podemos distinguir cuatro grandes periodos9:

1.    El colonialismo.
2.    La guerra total y los totalitarismos.
3.    El comunismo asiático.
4.    Las guerras civiles en África que han provocado hambrunas de menor entidad.

Uno de los mayores investigadores del hambre, Alex De Waal (citado a lo largo de todo este artículo por su relevancia), defiende que las poblaciones se están haciendo menos vulnerables a las hambrunas, pero que la convergencia de varios factores que pueden ser económicos, climáticos o políticos, crean nuevos riesgos. También sostiene que las mayores amenazas de nuevas hambrunas son las guerras sin final, la lucha en la que la vida humana no tiene valor y los actores contrahumanitarios. Estos factores pueden provocar que la tendencia de las últimas décadas de descenso de las hambrunas dé un giro de 180 grados10.

3.    Arma de guerra

Al igual que otros crímenes de guerra, como la violencia sexual utilizada como arma de guerra11, la hambruna masiva provocada se ha considerado tradicionalmente como un fenómeno natural o un daño colateral inevitable de los conflictos. De este modo, el número de víctimas y estas mismas han quedado relegadas al olvido y los causantes de este crimen, impunes. Ambas armas de guerra comparten algunos rasgos similares como su bajo coste, su acción de destrucción silenciosa y el hecho de que no sean fenómenos nuevos; sin embargo no se está consiguiendo acabar con ellos. También comparten otras características como que solamente sean consideradas armas de guerra si existe una voluntad táctica para su uso en el conflicto, que las secuelas afecten a varias generaciones y que, como ya se ha mencionado, sean crímenes que suelen quedar impunes. Asimismo, comparten objetivos comunes, que veremos más adelante con mayor detenimiento, como el desplazamiento de poblaciones, su exterminio, etc. Y es más, suelen ser fenómenos que coexisten. Así, para entender cómo el fomento voluntario del hambre puede constituir un arma de guerra no se puede contemplar únicamente por la reducción o desaparición de los alimentos, hay que ampliar el enfoque a otras acciones que casi nunca quedan excluidas de la ecuación: violencia directa, violencia sexual, desplazamientos de población, destrucción de los modos de vida y de las infraestructuras12.

En esta línea, estas y otras acciones, como la degradación ecológica y del sistema de salud, deben también valorarse como potenciales factores constituyentes de los crímenes de hambre provocada. Por otro lado, un grave impedimento al alivio de estas calamitosas situaciones es el hecho de que la acción humanitaria está subordinada a las negociaciones políticas13.

Como ya hemos apuntado, no es una táctica nueva. Existen muchos ejemplos históricos como el sitio de Leningrado, la aplicación de sanciones antes y durante la guerra del Golfo a comienzos de los años 90, las restricciones de alimentos en la guerra de Bosnia, Biafra, Siria14, Yemen15, Sudán del Sur16, o su uso por los grupos terroristas17. Refiriéndose al caso de Sudán del Sur, Dannenbaum introduce un concepto muy interesante: weaponization of starvation18 (que en español podría traducirse, como uso armamentista del hambre, o lo que estamos llamando uso del hambre como arma).


4.    Propósitos de este crimen

Si lo resumimos en una palabra en aras de simplificar, el propósito parece claro: el exterminio. Pero de nuevo hemos de tener una visión más amplia pues, de entre los variados propósitos que puede tener la comisión de este crimen podemos destacar este y otros más:


4.1.    Exterminio o genocidio

Para poder hablar de genocidio19 el resultado no tiene por qué ser la muerte por hambruna, sino que el o los perpetradores tengan intención de dañar a una determinada parte de la población por motivos raciales, políticos, religiosos o de género. Demostrar esta intencionalidad e incluso llevar a cabo el grado de letalidad para poder hablar de exterminio o genocidio no es común. No obstante podemos reseñar claros ejemplos como:

El Holocausto. Cuando los nazis llegaron al poder en 1933, comenzaron a despojar a los judíos de todas sus propiedades, libertades y derechos recogidos por la ley. A finales de 1941, habían matado a 500.000 personas, y en 1945 habían asesinado a unos dos millones de los que 1,3 millones eran judíos20.

El caso de los Herero y Nama en 1904 en la actual Namibia. En este genocidio de los Herero y Nama, los perpetradores utilizaron la proximidad a un desierto. El exterminio de los Herero y Nama es un caso paradigmático de genocidio colonial por inanición. Se ordenó que se condujera a los Herero a los límites del desierto de Kalahari y sellaron el acceso al agua. Se calcula que murieron 65.000 Herero y 10.000 Nama21.

El genocidio armenio en 1915 y 1916. Se trata de la masacre de armenios en el Imperio otomano durante la I Guerra Mundial, considerada oficialmente como un genocidio por Armenia y otros países pero que Turquía, aun reconociendo el sufrimiento de las víctimas, califica como «los eventos de 1915» y los justifica por la lógica histórica del momento. Lo cierto es que cien años más tarde el resentimiento sigue presidiendo las relaciones entre los dos países, con importantes consecuencias para la seguridad del Cáucaso Sur22. Antes de este genocidio la población armenia ascendía a dos millones de personas, pero ya en 1922, había menos de cuatrocientos mil, el resto, alrededor de un millón y medio, murieron en este genocidio23.

La gran hambruna de 1932 -1934, llamada Holomodor24, en Ucrania. La colectivización forzosa impuesta por Iósif Stalin condenó a una cruel muerte por inanición a unos siete millones de personas en toda la Unión Soviética, particularmente en Ucrania. El aparato del Estado requisó cosechas y alimentos y cercó poblaciones enteras para que nadie pudiera salir, sentenciando a sus habitantes a una muerte segura25. Se trata de un claro ejemplo de que los perpetradores, con la intención de destruir un grupo a través del hambre, requieren de una capacidad organizativa bien desarrollada. Esta suele ser un aparato de seguridad avanzado, como los que se encuentran en los regímenes autoritarios en el apogeo de su poder. En el caso concreto de Ucrania, que de nuevo en la actualidad sufre el horror, Stalin pudo poner en marcha imposibles condiciones de vida imponiendo políticas que impedían el movimiento de población, ordenaban la incautación de los alimentos y los suministros agrícolas, incluían pueblos enteros en listas negras y restringían el comercio.
 

El Plan Hambre de la Alemania nazi (HungerPlan) de 1941 a 1945 contra los prisioneros soviéticos de guerra y la eliminación de «los inútiles comedores» ucranianos. De este caso llama la atención la escalofriante transparencia de intenciones ya solo en el nombre del plan a implementar o en la denominación del pueblo ucraniano. Se trató de un plan económico genocida ideado para aplicarse en la Unión Soviética de modo que su producción se destinara para alimentar a Alemania a costa de la población soviética y de los prisioneros de guerra26.


4. 2. Ganar control sobre una población

Cuando la vinculación social de una población es débil y es fácil que unos se enfrenten a otros, estas diferencias se verán agravadas en tiempo de hambruna y, de manera especial, si esta es provocada por una parte de la población.
A este respecto como apunta Santé Abal:

«La sabia combinación de un discurso político reivindicador con el discurso social de la diferencia estimula el conflicto de manera inevitable, pero la concurrencia de otros agentes y circunstancias [como la hambruna provocada], puede hacer que dicha estimulación sea mucho más rápida y profunda de lo que esperan los que lo estimulan.
En ocasiones, la misma presencia de un discurso social de la diferencia constituye una evidencia sobre la presencia de una reivindicación tradicional por parte de un grupo, que también puede recogerse en un discurso político que careciera inicialmente de la misma27».

Los grupos terroristas han hecho y hacen uso de esta arma. Solamente mencionar un reciente ejemplo en Burkina Faso donde el hambre se extiende peligrosamente debido al aumento de la violencia yihadista28. El hambre se está disparando en este país asolado por el conflicto como consecuencia del aumento de la violencia terrorista, que ha matado a miles de personas y ha desplazado a millones, impidiendo a la gente cultivar. Unos 3,5 millones de personas sufren inseguridad alimentaria, y se prevé que casi 630.000 estén al borde de la inanición, según el último informe sobre seguridad alimentaria elaborado por el gobierno y las agencias de la ONU. Esto supone un aumento del 82 % respecto al año pasado de las personas que se enfrentan a la emergencia del hambre.

Estos grupos también usan el hambre con el objetivo de ganar adeptos. Así, por ejemplo, Al Shabaab, actualmente y no por primera vez, está buscando reforzar su apoyo en las regiones afectadas por la sequía en Somalia con la entrega de ayuda para subsistir29. Según uno de los portavoces de este grupo, el jeque Ali Dhere, ha constituido un comité especial formado por siete de sus principales figuras, que ya se ha desplazado a varias de las regiones de Somalia más afectadas por la sequía para hacer entrega de alimentos a la población.

4. 3. Obtener el control total sobre un territorio

La hambruna etíope de 1983-1985 es otro caso que combina múltiples tipos de crímenes relacionados con la provocación voluntaria del hambre. La propia hambruna se superpuso con acciones en áreas de contrainsurgencia en la provincia norteña de Tigray y la vecina Wollo del norte. Las principales tácticas de contrainsurgencia incluyeron la quema de cultivos y tiendas de alimentos, el bombardeo aéreo de mercados, la restricción del comercio local y la migración.

Además, se llevaron a cabo tres oleadas de reasentamientos forzosos, la primera (1984- 1985) tuvo lugar en el punto álgido de la hambruna. Al menos 80.000 personas murieron como resultado directo de las políticas del gobierno, debido a enfermedades, falta de alimentos, vivienda y agua; y la ausencia de herramientas y semillas necesarias para sembrar los campos30.

«A menudo las partes en conflicto utilizan los cultivos como táctica militar aplicando una política de “tierra quemada” o practicando con asiduidad el robo de ganado. Uno de los primeros objetivos militares en una guerra son las vías de comunicación, interrumpiendo así el abastecimiento de poblaciones enteras. Los campesinos tampoco pueden sacar sus productos a la venta en entornos amenazados por la violencia»31.

Actualmente, las pocas voces internacionales que tienen información sobre este país cerrado y en guerra civil, afirman que el gobierno etíope está usando esta estrategia, e incluso se habla de genocidio, contra la población tigrina. El bloqueo al que está sometida la región ha provocado un incremento de la desnutrición que empieza a cobrarse vidas entre la población más vulnerable, principalmente de los menores de cinco años. Además, hace ya más de un año que los niños del Tigray no asisten a la escuela porque la infraestructura educativa ha quedado prácticamente inutilizable. Las cosechas se han perdido en la mayor parte de las comunidades rurales y los precios no cesan de subir. Los tigriños se enfrentan, también, a una gravísima crisis de suministros provocada por el cierre de las fronteras y de los bancos, y a una crisis sanitaria de grandes proporciones32.


4.    4. Otros propósitos

Otros objetivos posibles de la provocación de la hambruna se pueden encontrar sin dificultad en los ejemplos recogidos con anterioridad: la expulsión de un grupo de población, el intento de sumar militantes a las filas dominantes mediante una política de si no te unes a nosotros te mataremos (If you don´t join us, we will kill you); el castigo (put them on a diet); u obtener el control sobre recursos materiales o la explotación de personas. Sobre este último propósito es interesante mencionar el término acuñado por Aleksandr Solzhenitsyn33: ‘Human Raw Material’ o traducido al español, «materia prima humana». También el aprovisionamiento de los beligerantes de un bando (Soldiers Eat, Peasants Provide34, o en español: los soldados comen, los campesinos proveen). Antes de la industrialización, pero no solamente en aquellos tiempos, era típico que los ejércitos vivieran de las comunidades locales lo que, en multitud de ocasiones, ocasionaba terribles hambrunas.

El mejor ejemplo postindustrial lo encontramos en Darfur en 2003-2005. En este caso, el gobierno sudanés concedió autorización a las milicias para atacar a los aldeanos con violencia, robo sistemático y destrucción de pozos de agua y reservas agrícolas, lo que dejó a la población civil con pocas opciones salvo la de huir. Las muertes habrían sido mucho más numerosas si no hubiera habido una gran operación de ayuda humanitaria. Para el gobierno, esta forma de contrainsurgencia ofrecía varias ventajas: las milicias podían «pagarse a sí mismas» mediante la expropiación y el gobierno podía argumentar que no tenía control directo sobre las acciones de estas35.

5.    Ucrania 2022

Mención especial y con título propio merece la actual guerra que se vive en Ucrania debido a la invasión rusa. En este caso, también el hambre es uno de los principales protagonistas36.

Si bien, no se tienen evidencias de muertes masivas debidas al hambre, existen voces que claman que las fuerzas rusas son culpables del crimen de guerra del hambre. Es difícil, en estos momentos, no dudar de la supuesta intención del gobierno ruso de exterminar a la población ucraniana a través de este crimen.

De estas voces podemos destacar la de De Waall que apunta cómo cada elemento del crimen está involucrado en Ucrania hoy37. Se señala que las tropas rusas han arrasado las tierras de cultivo, destruyendo equipos agrícolas y plantando minas terrestres en el suelo donde deberían crecer los cultivos. Las rutas de suministro tradicionales de Ucrania han sido destruidas y sus puertos ahora están bajo control ruso. Los equipos de ayuda humanitaria no han logrado pasar a muchos lugares. Como hemos explicado, si no existe intencionalidad clara de exterminio podríamos considerar estas acciones como parte de las tácticas de guerra, sin encontrar los rasgos que definen el hambre como arma de guerra.

Otra voz que comparte esta opinión sobre el uso del hambre como crimen de guerra proviene de la Unión Europea. Nos referimos a las declaraciones del 23 de marzo de 2022 del comisario de agricultura de la Unión Europea, Janusz Wojciechowski: «La única interpretación es que [los rusos] quieren crear hambre y utilizar este método como método de agresión… Es un método similar al que se utilizó en la década de 1930 por el régimen soviético contra el pueblo ucraniano38».

Pero los ejemplos que encontramos podrían considerarse acciones de guerra sin intencionalidad de exterminar a una población de hambre. Así, a finales del mes de abril (fecha de escritura de este documento), Rusia bombardeó un puente ferroviario situado al sur de Odesa. Esto imposibilita el uso del tren para conducir grano y productos metalúrgicos a los puertos fluviales del Danubio, como al de Izmaíl o al de Constanza, este último ya en Rumanía39.

No obstante, de tener lugar este crimen, que será una cuestión que deberá determinar los agentes del derecho internacional, sería una catástrofe mundial, hecho que hace este caso de especial relevancia. Pero aún sin tener lugar el crimen, debido a la globalización y a otros fenómenos como la especulación en los precios, el impacto en cualquier acción sobre las cosechas es mucho mayor de lo que pueda imaginarse en un primer momento.

Partiendo de la base de que no está probado el crimen de guerra, la sola guerra da una singularidad especial a este caso. Esto es debido a la importancia de las exportaciones ucranianas, el impacto que esta destrucción de los medios de alimentación afecta y lo hará más en los próximos meses o años a los mercados europeos y al resto del mundo, muy especialmente a los de África y Oriente Medio. Ya no se trata solamente de las acciones de guerra y su impacto en la alimentación directa de los ucranianos sino que, además, abril es el mes en el que los agricultores de este país comienzan la siembra de maíz y girasol. Esta temporada, que se recolectaría en verano, no será productiva pues no hay semillas, combustible, fertilizantes, ni mano de obra, pues los trabajadores han sido obligados a unirse al ejército40.

La propia guerra tiene también efectos sobre la alimentación en Rusia y sus exportaciones. Tanto Rusia como Ucrania son relevantes exportadores de alimentos como trigo, soja y cebada a países africanos. Rusia produce alrededor del 10 % del trigo mundial, mientras que Ucrania representa el 4 %. Para entender la magnitud tengamos en cuenta que la suma de ambos es casi la misma que la de la producción total de trigo de la Unión Europea.

En 2020, el valor combinado de este comercio se estimó en 6.900 millones de dólares. La interrupción de este suministro debido a los combates hará subir los precios de los productos básicos y exacerbará, sin duda, la inseguridad alimentaria en toda África41.

En el citado 2020, los países africanos importaron productos agrícolas de Rusia por un valor de 4.000 millones de dólares americanos. Aproximadamente el 90 % de esta cantidad fue trigo y el 6 % fue aceite de girasol. Los principales países compradores fueron Egipto, que representó casi la mitad de las importaciones, seguido de Sudán, Nigeria, Tanzania, Argelia, Kenia y Sudáfrica.

De la misma manera, Ucrania exportó productos agrícolas por valor de 2.900 millones de dólares estadounidenses al continente africano en ese mismo año. Aproximadamente el 48 % de esto fue trigo, el 31 % maíz y el resto incluía aceite de girasol, cebada y soja. Pero el impacto de la guerra se sentirá, como ya hemos dicho, en otras regiones, como Medio Oriente y Asia, que también importan un volumen sustancial de granos y semillas oleaginosas de Ucrania y Rusia42. Túnez, Libia, Egipto, Líbano, Sudán, Mauritania y Senegal dependen de las exportaciones de Ucrania y también de Rusia. Turquía importa casi el 70 % del trigo de Rusia.

La FAO lleva semanas advirtiendo del riesgo de graves tensiones sociales en el Magreb y Oriente Medio por la carestía del trigo en los próximos meses. «Los efectos a medio plazo de la crisis de Ucrania son solo una razón adicional para una preocupación muy seria», dice Petroc Wilton, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas43.

Ucrania es un gran productor de cereal y el gobierno de Zelenski ha anunciado que habrá siembra y que se intentará salvar la cosecha en las regiones menos afectadas por la guerra. Yendo muy bien las cosas, eso supondría salvar entre el 70 % y el 80 % de la producción, pero el problema del transporte imposibilitará cambiar lo que parece que será el curso de los acontecimientos. A los citados bombardeos que imposibilitan el uso de puertos fluviales del Danubio, hemos de añadir que los barcos y los puertos ucranianos en el mar Negro están bloqueados por Rusia44.


6.    Conclusiones

El hambre, o más bien su provocación voluntaria, puede ser una táctica más de guerra y como tal está definida en el derecho internacional. Coexiste con otros crímenes y armas de guerra y puede obedecer a varios propósitos que pueden ser la expulsión de una población de un territorio; su exterminio; el control de un territorio, de su población o de sus recursos; o un castigo.

Encontramos ejemplos del pasado, pues no es una táctica nueva, pero también del presente con las circunstancias e implicaciones diferentes. Así, debido a la actual globalización, hemos visto en este documento de trabajo cómo, con el actual ejemplo de la invasión de Ucrania, las consecuencias de este posible crimen, o simplemente el impacto de la guerra en las producciones y los precios, no solamente se podrán seguir viendo mucho tiempo sino que su afectación llega y llegará a lugares muy lejanos.

La solución, o erradicación de estas situaciones, es muy complicada pues, como otros tantos crímenes de guerra, la provocación del hambre por el hombre suele quedar impune a pesar de la legislación internacional. Esta legislación es imprescindible, pero desgraciadamente insuficiente.

Con la complejidad de esta lacra, del funcionamiento interconectado del mundo actual y de una geopolítica en constante cambio, no podemos sino definir esta terrible arma de guerra, sin poder aportar ninguna reflexión sobre una solución factible. Como otros crímenes mencionados, el hambre, provocada por el hombre, seguirá existiendo y solamente nos queda confiar en los esfuerzos por paliar sus desastrosos resultados. Y a este respecto queremos dejar una pregunta en el aire: ¿resultan las sanciones económicas solución o podrían considerarse también un acto o respuesta de guerra que provoca hambre en las poblaciones afectadas, incluyendo a la rusa?


Blanca Palacián de Inza*

Analista del IEEE

Bibliografía

1 DE WAAL, Alex. «Mass Starvation: The History and Future of Famine», Polity. 2018, pp. X, XI.

2 Ibídem

3 CONLEY, Bridget y DE WAAL, Alex. «The Purposes of Starvation: Historical and Contemporary Uses»,
Journal of International Criminal Justice, Volume 17, Issue 4. September 2019, pages 699–722. Disponible en: https://doi.org/10.1093/jicj/mqz054

4 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Artículo 8(2)(b)(xxv). 1998.

5 DE WAAL, Alex. Op. cit., p. X.

6 Ibídem, p. 9.

7 Ibídem, p. 6.

8 El término «violencia silenciosa» fue utilizado por primera vez por Michael J. Watts en su libro Silent violence: Food, Famine & Peasantry in Northern Nigeria publicado por la Universidad de California en 1983.

9 DE WAAL, Alex. Op. cit., p. 12.

11 Para más información sobre este crimen consultar: PALACIÁN DE INZA, Blanca. La violencia sexual como arma de guerra.    Documento    de    Análisis    07/2013    del    IEEE.    Disponible    en: https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2013/DIEEEA07-2013_ViolenciaSexualArmaGuerra_BPI.pdf

12 CONLEY, Bridget y DE WAAL, Alex. Op. cit.,

14 DELATTRE, Maëlys. «L'utilisation de la famine comme arme de guerre dans les conflits armés non internationaux: les revers de l'assistance humanitaire dans le conflit syrien». Faculté de droit et de criminologie, Université catholique de Louvain, 2017. Prom.: Van Steenberghe, Raphael. Disponible: http://hdl.handle.net/2078.1/thesis:12774

15 ACTION CONTRE LA FAIM. «La faim utilisée comme méthode de guerre au Yémen, selon les experts», 4/9/2019. Disponible en: La faim utilisée comme méthode de guerre au Yémen, selon les experts (actioncontrelafaim.org)

16 INFO CHRÉTIENNE. «La famine comme “méthode de guerre” au Soudan du Sud: “Ces violations peuvent constituer des crimes contre l’humanité”», 8/10/2020. Disponible en: La famine comme "méthode de guerre" au Soudan du Sud
: "Ces violations peuvent constituer des crimes contre l’humanité" (infochretienne.com)

17 NACIONES UNIDAS. «Los grupos terroristas utilizan el hambre como arma, pero podemos evitarlo». 23/3/2018. Disponible en: Los grupos terroristas utilizan el hambre como arma, pero podemos evitarlo | Noticias ONU (un.org)

18 DANNENBAUM, Tom. «A Landmark Report on Starvation as a Method of Warfare», Just Security, 13/11/2020. Disponible en: https://www.justsecurity.org/73350/a-landmark-report-on-starvation-as-a-method-of-warfare/

19 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Artículo 6. 1998.

20 «Liberación de Auschwitz: cómo este campo de concentración se convirtió en el centro del Holocausto nazi», BBC, 27/1/2020. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-51216979

21 WHITAKER, Benjamin. Sobre la cuestión de la prevención y la sanción del delito de genocidio. Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías. 1985, revisado en 1986. Documento de las Naciones Unidas E / CN.4 / Sub.2 / 1985/6.

22 RUIZ GONZÁLEZ, Francisco J. Primer centenario de la masacre armenia y sus consecuencias para la seguridad del    Caúcaso    Sur.    Documento    de    Opinión    IEEE    41,    2015,    p. 1.    Disponible    en: https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2015/DIEEEO41-2015_Centenario_Masacre_Armenia_FJRG.pdf 23 SADURNÍ, J. M. «El genocidio armenio». National Geographic, 22/4/2021.

24 En ucraniano Holomodor significa «muerte por inanición».

25 SADURNÍ, J. M. «Holomodor, la gran hambruna ucraniana». National Geographic. Actualizado el 18 de enero de 2021. Disponible en: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/holodomor-gran-hambruna-ucrania_15338

27 SANTÉ ABAL, José M.ª ¿Cultura de la paz? Documento de Análisis del IEEE 10/26, p. 5. Disponible en: https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2016/DIEEEA10-2016_Cultura_de_la_Paz_JMSA.pdf

28 MEDNICK, Sam. «Hunger grips Burkina Faso due to increasing jihadi violence», AP News. 26/4/2022. Disponible en:    https://apnews.com/article/russia-ukraine-islamic-state-group-ouagadougou-burkina-faso-business- b40b1270fbd8f90afa6c9aaada4fde82

29 EUROPA PRESS. «Al Shabaab busca reforzar su apoyo en las regiones afectadas por la sequía en Somalia con la entrega de ayuda», 26/4/2022. Disponible en: https://www.msn.com/es-es/noticias/internacional/al-shabaab-busca- reforzar-su-apoyo-en-las-regiones-afectadas-por-la-sequ-c3-ada-en-somalia-con-la-entrega-de-ayuda/a

30 YOUNG, J. «Peasant Revolution in Ethiopia: The Tigray People’s Liberation Front, 1975-1991», Cambridge University Press. 1997, p. 146.

31 HAFIDI, Meryem. «El Gobierno de Etiopía utiliza el hambre como arma de guerra: La ONU advierte sobre el deterioro

32 MORA TEBAS, Juan Alberto. Conflicto en Tigray (Etiopía): ¿Posible «efecto dominó»? Documento de Análisis del IEEE 25, abril de 2022. Disponible en: Conflicto en Tigray (Etiopía): ¿Posible «efecto dominó»? (ieee.es)

33 Citado en GOLFO, Alexopoulos. «Destructive-Labor Camps: Rethinking Solzhenitsyn’s Play on Words». Kritika: Explorations in Russian and Eurasian History, 16. 2005, p. 510.

34 CRUMMEY, Donald (ed.). «Banditry, Rebellion and Social Protest in Africa», James Currey Publishers. 1986, p. 142.

36 DE WAAL, Alex y MURDOCH, Catriona. «Russia could be guilty of starvation crimes in Ukraine. We must act», The Guardian. 29/3/2022. Disponible en: https://www.theguardian.com/commentisfree/2022/mar/29/russia-could-be-guilty- of-starvation-crimes-in-ukraine-we-must-act

37 DE WAAL, Alex y MURDOCH, Catriona. Op. cit.

38 Citado en WAX, Eddy. «The starvation of a nation: Putin uses hunger as a weapon in Ukraine: The specter of the Holodomor famine of the 1930s is haunting Russia’s war», Político. 1/4/2022. Disponible en: The starvation of a nation:

39 FLORES, Félix. «Rusia bombardea la línea férrea que sirve a las exportaciones de Ucrania», La Vanguardia, 28/4/2022. Disponible en: Rusia bombardea la línea férrea que sirve a las exportaciones de Ucrania (lavanguardia.com)

40 Ibídem.

41 DIZOLELE, Mvemba Phezo. How the War in Ukraine May Impact Africa. CSIS. 1/3/2022. Disponible en: How the War in Ukraine May Impact Africa | Center for Strategic and International Studies (csis.org)

42 The Conversation. «How Russia-Ukraine conflict could influence Africa’s food supplies», 24/2/2022. Disponible en: How Russia-Ukraine conflict could influence Africa's food supplies (theconversation.com)

43 Citado en DAVIES, Lizzy. «How war in Ukraine is affecting food supply in Africa and the Middle East», The Guardian. 2/4/2022. Disponible en: How war in Ukraine is affecting food supply in Africa and the Middle East | Global development
| The Guardian

44    JULIANA, Enric. «Cereales», La Vanguardia. 27/4/2022. Disponible en: Cereales, por Enric Juliana (lavanguardia.com)
 

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