Mientras la población libanesa vive una situación de declive acelerado, los actores externos se posicionan para configurar el entorno hacia una posición que les favorezca

La crisis del Líbano: un camino hacia ningún destino

libano

Este documento es copia del original que ha sido publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos en el siguiente enlace.

El Líbano vive una profunda crisis que ha llevado al país a una situación de extremo riesgo institucional, económico y de seguridad. Esta situación de vacío de poder por parte del Estado ha sido el caldo de cultivo para que grupos y organizaciones proliferen en los ámbitos de la seguridad, los negocios, la sanidad y, por supuesto, el crimen organizado. Mientras tanto, el sectarismo de los líderes libaneses ha impedido que se puedan realizar las reformas estructurales que el país necesita con carácter de urgencia. Las penurias que padece la población se han visto agravadas por la falta de suministro energético que ha puesto al país al borde de la paralización. Para sacar a los libaneses de esta situación, las potencias regionales y globales han ideado sus propios planes, pero detrás de estos se encuentran sus propios intereses.

Introducción

Las fuerzas políticas libanesas se hallan focalizadas en la lucha por el poder, mientras que el país necesita reformas estructurales que puedan llevarle a la salida de la terrible crisis en la que se encuentra envuelto. El sectarismo, la repartición de cuotas y la falta de estructuras adecuadas han llevado a un enfrentamiento que se incrementa significativamente con la existencia de determinadas milicias armadas afines a las diferentes corrientes ideológicas que impregnan la vida política libanesa.

Desde el año 2019, el país se encontraba sumido en una profunda crisis económica, consecuencia de su sistema de gobernanza sectaria y de la mala gobernabilidad de sus líderes. La situación llevó a la caída en picado de la libra en un país dependiente de las importaciones, lo que acarreó una inflación galopante, la pérdida de liquidez empresarial y el aumento exponencial del paro. En otoño de dicho año, emergieron las protestas populares durante la llamada Revolución del WhatsApp, lo que provocó la dimisión del primer ministro Saad Hariri. Sin embargo, pronto fueron acalladas las voces populares por las disensiones internas y la represión, además que la posterior situación provocada por la COVID-19 se utilizó para acabar de silenciar a los discordantes.

La terrible explosión que arrasó parte de las instalaciones portuarias de Beirut en agosto de 2020 dejó tras de sí un reguero de destrucción. También se podría considerar como el indicador clave que mostraría al mundo el declive frenético que ha llevado a este Estado mediterráneo a una situación de falta de gobernanza, pobreza e inseguridad.

En un entorno de deterioro de las instituciones, sus líderes se han dedicado a amasar fortunas o a crear adeptos para afianzar su poder. En este contexto la economía ha caído en picado y ante la falta de seguridad la población busca en las organizaciones lo que el Estado no les puede proporcionar. Igualmente, el vacío de poder ha sido el caldo de cultivo para que grupos criminales proliferen a la sombra de negocios ilegales.

La situación de parálisis institucional libanesa intenta ser desbloqueada por los actores internacionales, aunque todos ellos buscan obtener una posición de ventaja derivada de las actuaciones que realicen. Del resultado de estas acciones, el Líbano caerá en la esfera de influencia de determinadas potencias regionales y globales. Sin embargo, si dichas potencias no calculasen bien sus decisiones, la situación podría degenerar en un conflicto abierto al menos de ámbito regional.

El comienzo del fin. La explosión del puerto de Beirut y su investigación

Hasan Diab comenzó su mandato como primer ministro a primeros del año 2020 en una situación de debilidad parlamentaria, sustentada por Hezbolá, pero con la mayoría de las fuerzas políticas y actores influyentes en su contra1. Los intentos de negociación del gobierno libanés con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fracasaron en el mes de julio ocasionando el desplome de la libra que, unida a los cierres que había provocado la pandemia, llevó a una situación de colapso económico2.

La catástrofe sucedida en el puerto de Beirut, el 4 de agosto de 2020, no hizo más que poner de manifiesto la degeneración de las instituciones que venía arrastrando el país. La dimisión del primer ministro Hassan Diab dio paso a un gobierno de transición, que tuvo que continuar al frente hasta que el nuevo primer ministro, Najib Mikati, pudo formar un ejecutivo. Este fue aceptado en septiembre de 2021 por el presidente Michel Aoun con el apoyo de su yerno Gebran Bassil, ambos cristianos maronitas y este último presidente del partido Movimiento Patriótico Libre.

Mikati, magnate de las comunicaciones y suní, había accedido a su cargo a primeros de año debido al reparto de puestos entre las diferentes confesiones libanesas. Sin embargo, el hecho del consentimiento de estas se debió al carácter moderado de Mikati y a que su anterior experiencia por dos veces en el cargo le había llevado a tener buenas relaciones con el grupo chií Hezbolá y en el plano internacional con Siria, los países del Golfo y EE. UU3. Además, esta situación le podría beneficiar personalmente, ya que posee aspiraciones de continuidad tras las triples elecciones previstas para 2022.

Sin embargo, para aquellos que el 17 de septiembre de 2019 habían apoyado la llamada Revolución del WhatsApp, buscando un cambio radical, el nombramiento del nuevo primer ministro suponía una decepción. Mikati estaba considerado como una pieza más del sistema de deficiente gestión y corrupción generalizada, que incluso le había salpicado en ocasiones anteriores4.

Por su parte Bassil posiblemente actuó presionado por Hezbolá e Irán y sus intenciones podrían haber sido allanarse el terreno para que la presidencia del próximo año recaiga sobre él. Para ello, necesitaba no enfrentarse con el resto de la clase política, que podría responsabilizarle del deterioro de la situación5. Además, Bassil está sancionado por la Ley Magnitsky que los EE. UU. aplican a los casos de corrupción, por lo que sus intereses se podrían focalizar más en su rehabilitación que en los problemas que pueda tener la población6.ieee

Entretanto es posible que no se tomen las medidas económicas que el país necesita hasta que, el próximo año, se confirmen las previsiones electorales de la élite actualmente gobernante. Sin embargo, la población sigue padeciendo los efectos de la crisis sin que vean una solución para sus problemas. Una de las mayores complicaciones viene de la mano de la escasez de energía eléctrica, que normalmente no proporciona más de dos horas diarias de suministro. A primeros de octubre de 2021, se produjo un apagón en todo el país debido a la inoperancia de la Administración al no renovar el contrato de suministro que mediante barcazas proporcionaba la empresa turca Karpowership7.

Una situación derivada de la crisis económica es la falta de seguridad debido a la escasez de los salarios que reciben los miembros de la policía y el ejército. La carencia de recursos económicos hace que estos deserten o, en el mejor de los casos, se busquen un pluriempleo para poder alimentar a sus familias. La falta de medios y efectivos hace que las unidades encargadas de la seguridad se encuentren al borde del colapso, ya que en las condiciones en las que se encuentran desde la explosión del puerto han tenido que afrontar manifestaciones, disturbios y enfrentamientos entre facciones políticas armadas, controlar los productos de primera necesidad subvencionados, evitar el acaparamiento y contrabando de combustible o luchar contra las bandas de narcotraficantes8.

A medida que el papel del Estado ha continuado debilitándose, su vacío de poder ha sido ocupado por otros actores, como pueden ser grupos u organizaciones. En este sentido el papel de la organización chií Hezbolá ha sido clave que, apoyándose en sus múltiples ámbitos de actuación y contactos exteriores, ha abarcado desde la asistencia humanitaria a la seguridad.

Sin embargo, el rol de los actores no estatales ha ocasionado que el imperio de la ley se haya resentido severamente en el Líbano. Uno de los recientes ejemplos más significativos se produjo cuando el 14 de octubre de 2021 las principales organizaciones chiíes, Hezbolá y Amal, organizaron una manifestación en Beirut dentro del barrio de Tayouneh, fundamentalmente cristiano. Grupos de estos chiíes se dirigieron al Palacio de Justicia para exigir la destitución del juez Tarek Bitar, competente de la investigación de la explosión en el puerto. El incidente se saldó con un tiroteo contra los manifestantes con siete víctimas mortales, casi todas de Hezbolá, quienes atribuyeron las muertes a francotiradores de las llamadas «Fuerzas Libanesas», una facción política de carácter cristiano quien a su vez ha negado dichas acusaciones9.

Estos graves incidentes no han hecho más que poner a Mikati contra las cuerdas, debido a que, si cede a las presiones de Hezbolá, sería considerado una mera correa de transmisión de los chiíes. Estos afirman que la investigación está sesgada y que no deberían ser llamados a declarar tres exministros chiíes implicados en la tragedia del puerto, por lo que los nuevos ministros chiíes amenazan con no acudir a las sesiones del Ejecutivo10. Los desacuerdos han llegado a tal punto que, durante la visita del secretario general de la ONU, António Guterres, este tuvo que reunirse por separado con el primer ministro Mikati y con el presidente del Parlamento, Nabih Berri, ya que ambos no llegaron a ponerse de acuerdo11. Hay que tener en cuenta que Berri es líder del movimiento chií Amal.

Tras un periodo de suspenso por un tribunal de Beirut, el juez Bitar ha sido autorizado para continuar la investigación a pesar de las demandas chiíes, lo que no quiere decir que si se presentasen nuevas demandas el proceso se detendría de nuevo12. Sin embargo, la cesión supondría la demostración de que el Estado de derecho en el Líbano está en manos de una élite sectaria, por lo que los posibles apoyos de países e instituciones para paliar la grave crisis económica libanesa quedarían en entredicho.
Entretanto parece que la única solución que por ahora tiene el Líbano es llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero la Administración libanesa, liderada por el viceprimer ministro Saade Chami, no ha presentado un plan para sentarse a la mesa de negociaciones. Por parte del FMI, se espera una propuesta de reforma del sector bancario y una auditoría del banco central. Esto podría constituir un primer paso para ganarse la confianza de otros donantes e inversores como el Banco Mundial o los países árabes del golfo Pérsico. Sin embargo, la propuesta libanesa, que debe firmar el Gobierno, sigue sin producirse debido a las disputas internas por la investigación de la explosión en el puerto13.

En esta maraña de relaciones hay que tener en cuenta que Chami es un cristiano ortodoxo griego que pertenece al Partido Social Nacionalista sirio, de carácter laico y que aboga por la unión de los territorios del llamado «creciente fértil».

Las repercusiones regionales

El territorio libanés ha sido el espejo de las desavenencias entre los dos rivales principales en la región, constituidos por Arabia Saudí e Irán. Las relaciones entre saudíes y libaneses no han estado exentas de problemas desde que, en 2016, fuese elegido presidente Michel Aoun, en gran parte por sus afinidades con Hezbolá, organización protegida por los iraníes. Sin embargo, el príncipe saudí Mohamed bin Salman (MbS) no se encuentra dispuesto a perder lo invertido en el Líbano, aparte que busca con ahínco recuperar los espacios de influencia que convierten a su país en una potencia regional. El escenario libanés permite a MbS reaparecer en el panorama internacional, pudiendo servirse de este para acercar posturas con Francia y especialmente con los EE. UU., después que los comienzos de la Administración Biden no le fuesen precisamente propicios14.

Aunque los saudíes perdiesen gran parte de su influencia política en el Líbano desde la ruptura con el bloque suní, cuando lo dirigía el antiguo primer ministro Saad Hariri, aún poseen una importante baza económica y estaban esperando poder emplearla en su favor. Hay que tener en consideración que los libaneses dependen del petróleo del Golfo, principalmente el saudí. Además, la diáspora libanesa en los países del Golfo supera el medio millón de personas, que envían a sus familiares en el Líbano importantes remesas que inyectan capital en el maltrecho sistema económico libanés. Adicionalmente, el 10 % de las exportaciones libanesas tienen como destino Arabia Saudí15.

La oportunidad de volver a ejercer la presión económica saudí se presentó cuando el anterior ministro de comunicaciones, el maronita George Kordahi perteneciente al Movimiento Marada (proclive a Hezbolá), realizó unas declaraciones contrarias a la intervención de los saudíes en Yemen. Kordahi afirmó que los rebeldes hutíes yemeníes, aliados de Irán, estaban «defendiéndose a sí mismos de una agresión extranjera». La respuesta de los países del Golfo vino de la mano de la retirada de sus embajadores en Beirut y la expulsión de los embajadores libaneses en Arabia Saudí, Emiratos, Kuwait y Bahréin. Adicionalmente, los saudíes prohibieron las importaciones libanesas16.

Finalmente, Kordahi renunció a su puesto a primeros de diciembre de 2021 posiblemente presionado por el primer ministro Mikati, en su intento de tener alguna posibilidad de reconciliación con los saudíes antes de que el presidente francés, Emmanuel Macron, emprendiese durante dicho mes una gira por los países del Golfo17.

En este bloque de las relaciones regionales se podría contar con el apoyo de Egipto para paliar la crisis energética libanesa. Tras un acuerdo respaldado por EE. UU. para canalizar el gas egipcio a través del mar Rojo hacia Jordania y posteriormente Siria, podría estar acondicionado el gasoducto AGP (Arab Gas Pipeline) antes de las elecciones de 2022. Este proyecto estaría complementado por la conexión con la red eléctrica de Jordania, pero no sería una solución definitiva, ya que solo se podría suministrar energía durante varias horas al día18.

En este engranaje de rescate energético podría entrar paradójicamente Israel, que envía gas a Egipto a través del gasoducto Peace o EMG (East Mediterranean Gas), uniendo su terminal de Ashkelon con la estación receptora egipcia de Al-Arish. Una vez en Egipto, el gas israelita se mezclaría con el egipcio antes de exportarlo19.

Aparte del gas israelita proveniente de Ashkelon, el norte de Jordania es abastecido desde el campo Leviathan, que pertenece a Israel. Una vez en Jordania, parte del gas se envía a Siria. Para evitar a los libaneses la vergüenza de comprar gas israelita la solución planteada sería que los sirios consumiesen el gas de Israel, mientras que su propio gas se enviase al Líbano20.ieee

Para ello, el mediador estadounidense en las conversaciones indirectas entre Israel y el Líbano, Amos Hochstein, aseguró que para este proyecto los países y empresas implicados no estarían sujetos a la Ley César, que sanciona a Siria por actuar contra su población21. En un amplio contexto habría que preguntarse si esta iniciativa de los estadounidenses podría constituir un mensaje para que Irán se sentase con ellos en la mesa de las negociaciones nucleares, tras varias rondas indirectas de conversaciones que ya se han mantenido en Viena.

Irán por su parte posee un fuerte ascendiente sobre la organización Hezbolá, que posee en el Líbano una importante representación política e institucional, aparte de contar con una más que significativa milicia armada. La posición de Hezbolá en relación con la crisis energética libanesa agrava aún más la parálisis en la gestión del país.

Para este grupo no existe la posibilidad de tratos con su enemigo «sionista» constituido por Israel, lo que lleva a que los libaneses no puedan explorar si existe gas en las proximidades de sus aguas territoriales. En este sentido las conversaciones sobre la demarcación marítima entre el Líbano e Israel se encuentran paralizadas debido a que, para trazar una frontera marítima y una zona económica exclusiva (ZEE), los países vecinos se deben apoyar en el punto donde comienza la línea, que suele ser la frontera terrestre y el rumbo que tomará la línea divisoria en el mar. Ambos conceptos se encuentran en disputa22.

Ante este escenario de indefinición el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, advirtió a los israelitas a finales de octubre de 2021 que no hiciesen prospecciones en la zona en disputa hasta que no se aclarase la controversia y que si así lo hacían Hezbolá tomaría medidas23.ieee

De la mano de Hezbolá, Irán posee una fuerte presencia en el territorio libanés. Sin embargo, las intenciones iraníes no son tan solo las de apoyar a sus correligionarios en el Líbano. Desde el punto de vista económico la existencia de un corredor que una Teherán con Beirut proporcionaría a los iraníes una ruta de comunicación hacia el Mediterráneo24. Además, podría prestar apoyos a la rama armada de Hezbolá, conteniendo a su rival israelí en las mismas puertas de su casa en el caso de una intervención de Israel contra Irán. Sin embargo, los iraníes deben medir sus esfuerzos en el Líbano ante un posible acuerdo en unas futuras negociaciones nucleares con los EE. UU.25,26.

Además, la infiltración iraní en las instituciones libanesas ha ocasionado que tras la catástrofe del puerto y las obstrucciones de Hezbolá a su investigación se haya deteriorado la percepción hacia Irán que tenían los libaneses27. Por ello, los iraníes intentan lavar su imagen mediante el envío de combustible al Líbano, a la par que actúan como un contrapeso al proyecto estadounidense del gas árabe. Aunque la entrega de los productos energéticos iraníes no estaba aprobada por el gobierno libanés, estos entraron en el país a través de la frontera siria28. Entretanto, el ministro de exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahia, durante su visita al Líbano a primeros de octubre de 2021 ofreció la posibilidad de construir dos centrales eléctricas en menos de 18 meses y reconstruir el puerto de Beirut29.

Las reacciones de las potencias internacionales

Francia siempre ha tenido un interés especial en el Líbano y su compañía petrolífera TOTAL, junto a la italiana ENI, se encuentran presentes en la exploración de los yacimientos costeros del gas libanés30. Aparte de un «compromiso moral» como antigua potencia colonial, franceses y también griegos ven con preocupación cómo Turquía se está estableciendo en Akkar y Trípoli, como parte de un escenario en el que los EE. UU. están dejando un vacío de poder tras su vuelco hacia la región Asia- Pacífico. En el trasfondo, la cuestión se dirime como una pugna por ver quien controla los yacimientos energéticos de la costa libanesa, dentro del contexto del Mediterráneo oriental31.

Tras el desastre provocado por la explosión de Beirut, una de las primeras reacciones internacionales vino de la mano del presidente Macron, quien pidió un «cambio profundo» y «un nuevo orden político» durante su visita del 6 de agosto de 2021 al Líbano. El Sr. Macron enfatizó la necesidad de una auditoría al banco central libanés y que las ayudas se proporcionasen a las organizaciones que trabajaban sobre el terreno, en vez de a las autoridades libanesas directamente32.

Una conferencia internacional de donantes consiguió recaudar 280 millones de euros inmediatamente después de la tragedia, pero un año después el presidente francés afirmó que la situación había empeorado, estimando necesaria una cantidad de 357 millones de euros para cubrir las necesidades básicas de la población33.

Sin embargo, el plan francés tenía serios problemas para poder llevarse a cabo. En primer lugar, no contaba con el apoyo estadounidense debido a que el presidente Biden no estaba de acuerdo con las relaciones francesas con Hezbolá, afín al Gobierno iraní. Por otra parte, la intromisión iraní en ayuda de su aliado libanés impedía el buen desarrollo de los planes franceses. Pero quizás, la peor de todas las dificultades fuese que los franceses habían vuelto a confiar en las élites libanesas en vez de haberles impuesto sanciones severas por haber llevado a su país a la miseria34.

La Administración estadounidense parece estar de acuerdo en delegar en Francia el peso de la iniciativa en el Líbano y, mientras hace lo justo para que el país no llegue al colapso total, negocia el suministro energético y prioriza en su agenda la seguridad de Israel35.

Los EE. UU. buscan una posición de mediación entre israelíes y libaneses en la cuestión de la demarcación marítima que separa los dos países. Por ello, el anteriormente referido representante estadounidense Amos Hochstein, espera que puedan reanudarse las conversaciones en el mismo formato que se realizaron en el Cuartel General de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) de Naquora durante el año 202036.

Los intereses norteamericanos podrían resultar bastante pragmáticos si se tiene en consideración que Israel, a través de la firma griega Energean, otorgó un contrato de perforación en el campo marítimo Karish Norte al grupo estadounidense de prospecciones petrolíferas Halliburton. Por ello, el Gobierno libanés ha pedido explicaciones sobre si la zona asignada se encuentra en el área disputada, aseverando el primer ministro Mikati que «no retrocederemos en este tema ni renunciaremos a los derechos libaneses»37.ieee

Por su parte, las fuerzas navales de Rusia en el Mediterráneo se encuentran sustentadas desde la base siria de Tartus, a menos de 50 kilómetros de Trípoli.

Los intereses genéricos rusos en este mar son significativos y para ello puede utilizar a su favor la influencia turca en Líbano y Siria. En este caso podría existir una cooperación Rusia-Turquía para compensar el eje de Francia-Egipto-Grecia-Israel y de este modo utilizar el territorio turco como tránsito del gas en dirección a Europa38.

Rusia se ha postulado para la extracción del gas de la costa libanesas a través de la compañía Novatek39. Para ello le interesaría un escenario en el que Irán estuviese suficientemente controlado y ganarse la confianza israelita, para que viesen a los rusos como un contrapeso del poder iraní.

De lo anterior se desprende que los ataques israelíes sobre el puerto sirio de Latakia el 7 y 28 de diciembre de 2021 no fuesen contestados por el paraguas antiaéreo que poseen los rusos sobre su base aérea de Khmeimim. Al parecer, en este puerto se encontraban cantidades masivas de municiones que los iraníes pretendían enviar al Líbano. Es posible que en el teatro sirio-libanés los intereses rusos e iraníes no vayan por caminos convergentes, debido a que los rusos podrían querer un régimen sirio con capacidad propia, mientras que los iraníes buscarían un gobierno satélite en Siria que le sirviese como una gran base de operaciones para seguir expandiéndose hacia el Líbano40.

Mientras todos mueven el árbol China espera pacientemente para recoger los frutos. Los libaneses se encuentran lo suficientemente desesperados para buscar cualquier solución a su desastrosa situación, por lo que la alternativa al rescate del FMI podría ser un programa de inversiones chinas apoyadas por Hezbolá41.

Tras la catástrofe del puerto de Beirut los cascos azules chinos en la zona sirvieron de base para las fundaciones chinas que intervinieron en los rescates y los empresarios chinos han comenzado a buscar oportunidades de negocio. Estas se han centrado en infraestructuras y posteriormente han proporcionado a los libaneses ayuda médica y vacunas de COVID, aparte de donaciones. Sin embargo, este sistema no está exento de contraprestaciones, ya que es posible que los chinos se quieran cobrar lo invertido en materias primas e influencia política en la misma forma que han hecho en Nigeria, Filipinas o Jordania42.

Conclusiones

El modelo libanés de 1990, de reparto sectario del poder tras la guerra civil, ha llegado al agotamiento. La principal causa ha sido el que los líderes de las diferentes facciones han tenido una visión muy restringida de las necesidades integrales del país, llevándole de este modo a la ruina. Aparte de ello, estas élites libanesas no han sido siquiera capaces de representar a los grupos que dicen apoyar, sino que, preocupados por sus propios intereses, se han afanado más en acaparar riquezas personales y poder político que en servir a la población.

Cuando el modelo de Estado crea un vacío de poder, este da lugar a que otros actores ocupen su lugar. Por ello se entiende que organizaciones como Hezbolá hayan establecido su propia estructura institucional, económica y de seguridad en paralelo a las renqueantes instituciones estatales. No obstante, este tipo de intromisiones socaban el estado de derecho en beneficio de los actores implicados, siendo un ejemplo característico la obstrucción de la investigación de la explosión en el puerto de Beirut.

Mientras la población libanesa vive esta situación de declive acelerado, los actores externos se posicionan para configurar el entorno hacia una posición que les favorezca. A nivel regional los iraníes, apoyados por Hezbolá, intentan expandir su área de influencia consolidando su presencia en Siria, desde la que Israel se ve amenazada. A su vez, la presencia iraní en el Líbano constituye un frente de amenaza contra los israelitas.

Por su parte, Arabia Saudí desea ejercer un control que le permita gestionar su influencia en el Líbano. A la vez debe mantener un equilibrio de poder con el problema de seguridad que se le plantea en Yemen donde los hutíes, aliados de los iraníes, han atacado el territorio saudí en varias ocasiones. 

En el terreno de las grandes potencias se debe tener en cuenta el papel de Francia que, en calidad de antigua potencia colonial, ha recuperado un papel importante mientras que EE. UU. ha dejado en cierto modo que sean los franceses quienes representen los intereses occidentales en el territorio libanés.

Rusia ve en el Líbano una necesidad de contención de los principales actores regionales que le pueden afectar. Las posibles rivalidades con Turquía en el Mediterráneo podrían distenderse si en el ámbito energético colaborasen para suministrar gas a Europa. De otro lado los rusos perciben que las ansias de expansión de Irán deben ser contenidas para que no puedan ser un contrapeso al poder de Rusia en el Mediterráneo. Entretanto China se ha infiltrado silenciosamente en los mercados libaneses y está protagonizando un papel cada vez mayor en relación con las donaciones y ayudas, que muy probablemente se cobrará en forma de influencia y materias primas.

En paralelo a los intereses de poder de los Estados, organizaciones, grupos e individuos implicados se encuentra el problema energético libanés. Hacer llegar los recursos necesarios para poner de nuevo en marcha la maquinaria libanesa requiere de una infraestructura y un abastecimiento en el que parece que hay dos bloques contrapuestos. De un lado estarían estadounidenses, franceses, saudíes e israelíes, mientras que por otra parte se posicionarían los turcos e iraníes controlados por Rusia. Los intereses de poder se pueden percibir igualmente en una posible explotación de los recursos gasíferos de la costa libanesa.

Es complicado ver que solución puede tener este entramado de problemas y tensiones, pero parece que los actores externos verdaderamente interesados en que se recuperase el Líbano deberían ayudar a fortalecer las instituciones estatales antes de que la situación se deteriore hasta el punto en que se produzca una tragedia humanitaria y se desencadenen graves disturbios que puedan llevar a una situación de conflicto abierto.

El mantenimiento de la infraestructura del país, para que esta pueda ponerse de nuevo en marcha, es algo fundamental y que debería ser prioritario. Igualmente, el refuerzo de las instituciones encargadas de la seguridad, como las fuerzas policiales y armadas, es trascendental para que otros actores no estatales ocupen su vacío de poder.

Mientras todo esto ocurre, un contingente de soldados españoles integrados en FINUL se encuentra implicado en monitorizar la línea de separación entre Israel y el Líbano y asistir a la población, mientras la situación va empeorando ante sus ojos.

José Ignacio Castro Torres, COR.ET.INF.DEM, Doctor en Estudios de Paz y Seguridad Internacional, Analista del IEEE

Referencias:

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3 GHADDAR, Hanin. “Mikati Government Will Not Save Lebanon”, The Washington Institute, Jul 28, 2021. Disponible en: https://www.washingtoninstitute.org/policy-analysis/mikati-government-will-not-savelebanon (consultado 03/01/2022)

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5 YOUNG, Michael. “Najib Mikati Has Formed a New Lebanese Government”, Malcolm H. Kerr Carnegie 
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7 MROUE, Bassem. “Turkish company halts power supplies to crisis-hit Lebanon”, AP News, October 1, 
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8 “Managing Lebanon’s Compounding Crises”, International Crisis Group, Op. Cit.

9 “Violence Threatens Fraying Rule of Law in Lebanon”, International Crisis Group. 18 de octubre de 2021. Disponible en: https://www.crisisgroup.org/middle-east-north-africa/east-mediterraneanmena/lebanon/violence-threatens-fraying-rule-law-lebanon (consultado 06/12/2021)

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11 “UN’s Guterres calls on Lebanese leaders to respond to grievances”, Al Jazeera. Disponible en: 
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12 “Beirut blast probe judge cleared to continue investigation”, Reuters, December 7, 2021. Disponible en: https://www.reuters.com/world/middle-east/beirut-blast-probe-judge-cleared-continue-investigation-2021-12-07/ (consultado 15/12/2021)

13 “Slow progress as Lebanon awaits IMF economic deal”, France 24, 29/12/2021. Disponible en: 
https://www.france24.com/en/live-news/20211229-slow-progress-as-lebanon-awaits-imf-economic-deal
(consultado 29/12/2021) 

14 DAOU, Marc. “Crise entre Riyad et Beyrouth : quelles conséquences politiques et économiques pour le Liban ?”, RFI, 02/11/2021. Disponible en: https://www.france24.com/fr/moyen-orient/20211101-crise-entreriyad-et-beyrouth-quelles-cons%C3%A9quences-politiques-et-%C3%A9conomiques-pour-le-liban
(consultado 29/12/2021)

15 Ibid.

16 “Lebanon wants ‘best relations’ with Saudi Arabia, GCC, Aoun says”, Al Jazeera, 30 Nov 2021. 
Disponible en: https://www.aljazeera.com/news/2021/11/30/lebanon-wants-best-relations-with-saudiarabia-gcc-aoun-says (consultado 29/12/2021)

17 “Lebanon's information minister quits to ease Saudi dispute”, Reuters, December 3, 2021. Disponible en: https://www.reuters.com/world/middle-east/lebanon-information-minister-resigns-ease-saudi-spat-2021-12-03/ (consultado 29/12/2021)

18 NGWY, Abigail. “Egyptian gas should start flowing to Lebanon in the next 3 months, U.S. energy envoy”, CNBC, Nov 30, 2021. Disponible en: https://www.cnbc.com/2021/11/30/egyptian-gas-may-flow-tolebanon-in-a-few-months-us-energy-envoy.html (consultado 30/12/2021)

19 KOLEILAT KHATIB, Dania. “Will Lebanon’s energy crisis be solved by Israeli gas?”, Arab News, 
December 06, 2021. Disponible en: https://www.arabnews.com/node/1981861 (consultado 30/12/2021)

20 Ibid

21 “Project of delivering Egyptian gas to Lebanon not subjected to Caesar Act: US”, Egypt Today, Thu, 21 
Oct 2021. Disponible en: https://www.egypttoday.com/Article/3/109104/Project-of-delivering-Egyptian-gasto-Lebanon-not-subjected-to (consultado 31/12/2021)

22 HENDERSON, Simon. “Lines in the Sea: The Israel-Lebanon Maritime Border Dispute”, The Washington Institute, May 3, 2021. Disponible en: https://www.washingtoninstitute.org/policy-analysis/lines-sea-israellebanon-maritime-border-dispute (consultado 30/12/2021). Para un estudio en mayor detalle de la controversia de los yacimientos de gas en el Mediterráneo oriental se sugiere la lectura de SÁNCHEZ TAPIA, Felipe. Geopolítica del gas y militarización del Mediterráneo Oriental. Documento de Análisis IEEE 05/2019. Disponible en: 
https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2019/DIEEEA05_2019FELIPE-Mediterraneo.pdf

23 “Lebanon's Hezbollah warns Israel against drilling in disputed maritime border area”, Reuters, October 

22, 2021. Disponible en: https://www.reuters.com/world/middle-east/lebanons-hezbollah-says-israelmistaken-act-it-wants-disputed-maritime-border-2021-10-22/ (consultado 30/12/2021)

24 Para un estudio en mayor detalle de la expansión iraní hacia el Mediterráneo se sugiere la lectura de 
CASTRO TORRES, José Ignacio. La importancia de los corredores terrestres (II): la carrera de Irán hacia 
el mar Mediterráneo. Documento de Análisis IEEE 26/2021. Disponible en: 
http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2021/DIEEEA26_2021_JOSCAS_Iran.pdf

25 GARCÍA-FRAILE HERNÁNDEZ, Miguel Ángel. “La proyección iraní en Líbano: Hizbulá”, Atalayar, 10 de Abril de 2021. Disponible en: https://atalayar.com/index.php/content/la-proyecci%C3%B3n-iran%C3%ADen-l%C3%ADbano-hizbul%C3%A1 (consultado 31/12/2021)

26 MANDEL, Eric R. “America's next crisis may be Lebanon — not Ukraine or Taiwan”, The Hill, 12/26/21. Disponible en: https://thehill.com/opinion/international/586262-americas-next-crisis-may-be-lebanon-notukraine-or-taiwan (consultado 31/12/2021)

27 ABOUAOUN, Elie. “Iran grapples with Hume’s paradox in Iraq and Lebanon”, The Arab Weekly, 

29/12/2021. Disponible en: https://thearabweekly.com/iran-grapples-humes-paradox-iraq-and-lebanon
(consultado 31/12/2021) 

28SABAGHI, Dario. “How the US and Iran compete to fuel Lebanon”, DW, 23.09.2021. Disponible en: 
https://www.dw.com/en/how-the-us-and-iran-compete-to-fuel-lebanon/a-59259429 (consultado 
31/12/2021)

29 ROGERS, David. “Iran offers to build two power stations in Lebanon, and rebuild Beirut’s port”, Global 
Construction Review, 08.10.21. Disponible en: https://www.globalconstructionreview.com/iran-offers-tobuild-two-power-stations-in-lebanon-and-rebuild-beiruts-port/ (consultado 02/01/2022)

30 “Total strengthens its position in the Mediterranean region by entering two exploration blocks offshore 
Lebanon”, Total Energies, 02/09/2018. Disponible en: https://totalenergies.com/media/news/pressreleases/total-strengthens-position-in-mediterranean-region-by-entering-two-exploration-blocks-offshorelebanon (consultado 02/01/2022)

31 HALAWI, Dana. “News Analysis: Economic, geopolitical factors behind France's interest in Lebanon”,
Xinhua, 2020-09-04. Disponible en: http://www.xinhuanet.com/english/2020-09/04/c_139342894.htm
(consultado 31/12/2021)

32 “Beirut explosion: Macron calls for 'deep change' in Lebanon after blast”, BBC News, 6 August 2020. 
Disponible en: https://www.bbc.com/news/world-middle-east-53686563 (consultado 29/12/2021)

33 COFFEY, David. “A year after Beirut explosion, France targets $357 million at aid conference”, RFI, 
03/08/2021. Disponible en: https://www.rfi.fr/en/international/20210803-a-year-after-beirut-explosionfrance-targets-357-million-at-aid-conference-lebanon-politics-human-rights-watch-world-bank (consultado 29/12/2021)

34 VOHRA, Anchal. “Lebanon’s Failure Is Partly Macron’s Fault”, Foreign Policy, June 23, 2021. Disponible en: https://foreignpolicy.com/2021/06/23/lebanons-failure-is-partly-macrons-fault/ (consultado 29/12/2021)

35 VOHRA, Anchal. “The United States Has No Plan to Save Lebanon”, Foreign Policy, September 15, 
2021. Disponible en: https://foreignpolicy.com/2021/09/15/the-united-states-has-no-plan-to-save-lebanon/
(consultado 31/12/2021)

36 “Lebanon's Hezbollah warns Israel against drilling in disputed maritime border area”, Reuters, Op. Cit.

37 GNANA, Jennifer. “Lebanon seeks clarification after Israel's offshore award to Halliburton”, The National, Sep 19, 2021. Disponible en: https://www.thenationalnews.com/business/energy/2021/09/19/lebanonseeks-clarification-after-israels-offshore-award-to-halliburton/ (consultado 30/12/2021)

38 TASHJIAN, Yeghia. “Russia’s Interests in Lebanon: Fulfilling a Middle Eastern Dream”, The Armenian 
Weekly, June 2, 2021. Disponible en: https://armenianweekly.com/2021/06/02/russias-interests-inlebanon-fulfilling-a-middle-eastern-dream/ (consultado 15/01/2021)

39 KHURRAM, Abdullah. “The Growing Russian Interest in Lebanon”, Australian Institute of International 
Affairs. 04 JUN 2021. Disponible en: https://www.internationalaffairs.org.au/australianoutlook/the-growingrussian-interest-in-lebanon/ (consultado 02/01/2022)

40 FRANTZMAN, Seth J. “The Latakia doctrine puts Russia in a bind”, The Jerusalem Post, December 29, 2021. Disponible en: https://www.jpost.com/middle-east/article-690061 (consultado 02/01/2022)

41 VOHRA, Anchal. “China Wants to Be Lebanon’s Savior”, Foreign Policy, July 9, 2020. Disponible en: 
https://foreignpolicy.com/2020/07/09/china-wants-to-be-lebanons-savior/ (consultado 02/01/2022)

42 JAIN, Sakshi. “China in Lebanon: A Mirage of Help”, The Geopolitics, April 21, 2021. Disponible en: 
https://thegeopolitics.com/china-in-lebanon-a-mirage-of-help/ (consultado 02/01/2022)

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