Xavier Driencourt ha hablado del resquemor argelino contra Rabat en una entrevista al medio francés Journal du dimanche

El exembajador de Francia en Argelia relata la envidia argelina hacia Marruecos

photo_camera Twitter @ambafrancealger - El exembajador de Francia en Argelia, Xavier Driencourt

La tensión entre Argelia y Marruecos, lejos de tender a la solución, cada día parece más cerca de poder cortarse con un cuchillo. La ruptura diplomática entre Rabat y Argel hace más de año y medio provocó un importante cambio en el norte de África que ha afectado a una Francia que, además de sus problemas internos, vuelve a ser protagonista por las declaraciones de un antiguo embajador suyo en Argelia, Xavier Driencourt. El diplomático ha ofrecido unas declaraciones al medio Journal du dimanche en las que deja ver claramente que su estancia de más de tres años en Argelia no le dejó buen recuerdo.

Driencourt, que también habló de la actual crisis que atraviesa su país tanto con Argelia como con Marruecos, dice que la visión de Argel viró mucho durante los años que él pasó allí. De hecho, habla de la que fue la primera visita de Emmanuel Macron al expresidente argelino Abdelaziz Buteflika: “Ya no era el Bouteflika majestuoso y todopoderoso que tenía todo su ingenio y que yo había conocido en mi primera visita, cuando recibía a todos los políticos franceses: los de derecha, los de izquierda”. La clave, asegura el exembajador, es que “no soportaba que los franceses tuvieran tanta amistad con el rey de Marruecos. Le volvía loco”.

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Pero esa “envidia” de la que habla directamente Xavier Driencourt ya venía de antes, de tiempos en los que Francia era liderada por Jacques Chirac. En una entrevista que mantuvo el antiguo diplomático – viajando con el periodista Jean-Pierre Elkabach – con Buteflika, dice que el que fuese presidente de Argelia “nos habló durante más de media hora, muy enfadado con Jacques Chirac por sus frecuentes visitas a Marruecos y sus estrechos vínculos con el rey”. Y aún va más allá. Driencourt asegura que Abdelaziz Buteflika dijo sentir “unos celos terribles” de las relaciones que mantenían las administraciones francesa y marroquí.

El recuerdo del que fuese embajador francés en Argelia no parece ser muy benevolente con el Gobierno de Tebboune. Y no lo es ni con la situación que existía cuando representaba a su país en Argel, ni ahora, cuando las relaciones entre Francia y el país argelino atraviesan una de sus etapas más complejas. Xavier Driencourt también ha hecho referencia durante la entrevista al contexto actual en el norte de África y asegura que los visados son “lo único que interesa a Argelia en la relación con Francia”.

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También ha revelado que fue el propio Buteflika quien llegó a “culparle” del acercamiento entre Marruecos y Francia. No estaban satisfechos con la labor que desempeñó el embajador francés y, dadas las nuevas informaciones, tampoco lo estaba el diplomático con el trato argelino. El hecho de que el reino alauí haya sido el aliado prioritario de París durante todos estos años ha generado un descontento cada vez mayor en el seno del Ejecutivo argelino. Incluso, los observadores apuntan a que podría ser este uno de los motivos que han ido empujando al abismo las relaciones argelino-marroquíes – además, por supuesto de la crisis del Sáhara, elemento clave en este distanciamiento –.

A pesar de ese interés, puede – y seguramente así sea – que la envidia argelina contra Marruecos esté por encima de sus rencillas con el Elíseo. De ahí que Abdelmajdid Tebboune haya instado a Francia y China a “protegerse de Marruecos”. Sin embargo, en una de las especialidades de Macron, el presidente no quiere decantarse por ninguno de los bandos que se vieron obligados a romper sus relaciones diplomáticas, según Tebboune, porque era “única alternativa a la guerra entre los dos países”. Aunque, no parece difícil de entrever que la prioridad francesa, como así ha sido históricamente, pasa por Rabat.

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