El “Reino de la luz”, entre la tradición y la modernidad
“Marruecos, el Reino de la luz”. Este es el eslogan que la Oficina Nacional Marroquí de Turismo ha elegido para mostrar los bonitos rincones y los muchos secretos y encantos que este país posee. Muestra de ello fue la experiencia inmersiva organizada en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, un evento que despertó todos los sentidos y en el que quedó claro el porqué de esta identidad.
Luz en sus calles, en sus desiertos, en sus playas, en sus monumentos, en sus artesanías, en sus medinas, en sus proyectos, en el colorido de sus ricos platos… como se vio en los dos interesantes vídeos que se proyectaron. Luz, creatividad, movimiento, inspiración, pasión… No faltaron adjetivos para definir la oferta presentada por Marruecos coincidiendo con FITUR, una feria que, destacó su embajadora, Karima Benyaich, “se celebra en un momento clave, para unirnos a través del turismo y aprovechar la posibilidad de crear nuevos puentes, siempre con miras a fomentar la convivencia entre los países y los ciudadanos del mundo”.
En este evento, conducido por el popular presentador del tiempo de Antena 3, Roberto Brasero, la embajadora invitó a descubrir a Marruecos con sus riquezas, encantos, luces, colores, su gente hospitalaria, su diversidad cultural, sus obras e infraestructuras modernas, que muestran, dijo, el Marruecos de hoy, “un Marruecos en movimiento” del que destacó también su posición geográfica, la estabilidad política, el haber sabido a lo largo de los años aprovechar las mejores influencias de las distintas civilizaciones con las que ha convivido y su apuesta por el desarrollo pero conservando sus paisajes y monumentos. Así, aludió a algunas de las hermosas ciudades de este país, entre el Mediterráneo y el Atlántico, desde Tánger, la perla del Mediterráneo o Tetuán, la hija de Granada, sin olvidar Fez, capital espiritual, o Marrakech… “Es la historia de una bella síntesis de todos los encuentros”.
La embajadora también destacó la importancia del turismo a nivel económico para Marruecos, al igual que para España, un sector que representa el 7% del PIC y el 5,5% de puestos de trabajo en la población activa y reiteró la voluntad de Marruecos de trabajar con sus socios para mitigar los efectos adversos de la pandemia y otras crisis, gracias, agregó, a los esfuerzos y las estrategias llevadas a cabo bajo el liderazgo del rey Mohamed VI. Benyaich no quiso pasar por alto la apuesta de Marruecos “por la calidad, la diversidad, la accesibilidad y la sostenibilidad”.
Respecto a España, “país amigo y vecino”, resaltó las relaciones estratégicas que mantienen “basadas en el respeto y la confianza mutua y en una cooperación clara y sincera a nivel político, económico, cultural, social y humano”. Unas relaciones que, aseguró, en vísperas de la X Reunión de Alto Nivel, se reforzaran aún más. Como ejemplo, recordó que España es el segundo país visitador con 2, 2 millones de turistas y que también es uno de los destinos preferidos por los marroquíes con un millón de visitantes al año.
Que Marruecos está haciendo grandes esfuerzos desde hace años para abrir sus puertas al mundo y que es un país lleno de contrastes, magia y luz que tiene mucho que ofrecer quedó también patente en las palabras dirigidas por Adel el Fakir, director general de la Oficina Nacional Marroquí de Turismo. Un esfuerzo más que reconocido y que está obteniendo frutos y recompensas como el Premio Turismo Sostenible que le otorgó la revista Viajar y que recibió El Fakir en este escenario.
“El Reino de la luz” nos mostró un interesante viaje a través de los sentidos, la gran evolución que ha experimentado en los últimos años, los pasos de gigante que ha dado en muchos sectores como el turístico hasta llegar a convertirse en un destino preferente que ofrece no solo noches de sueño en sus desiertos, paseos a camello o compras en las medinas, sino un gran muestrario donde elegir adaptándose así a las necesidades o exigencias de cada uno: naturaleza, deporte, sol, ciudades y lugares Patrimonio de la Humanidad, arquitectura, arte, cultura…
Esta interesante experiencia inmersiva activó todos los sentidos… y sorprendió con un broche de oro: arte con arena, técnica utilizada por el jerezano Felipe Mejías que a través de sus manos nos volvió a mostrar la luz de este país, sus ciudades, sus gentes, sus costumbres, su desierto…
Y así concluyó la presentación “Marruecos, el Reino de la luz”, con una degustación de los platos típicos del país vecino y sus ricos dulces, mientras la música fusión marroquí-flamenca ponía de manifiesto la riqueza de la interculturalidad.
