El Gobierno del país norteafricano está buscando establecer un diálogo social con los sindicatos, su objetivo es reducir las desigualdades socioeconómicas en el país

Marruecos: cooperación clave entre Gobierno y sindicatos

El Gobierno marroquí ha establecido una fecha para reanudar las negociaciones con los activistas sindicales. El objetivo es alcanzar un acuerdo sobre un paquete de temas polémicos, como los salarios y los impuestos. El Ejecutivo espera disminuir la brecha existente entre ellos y lograr un consenso que sea beneficioso para ambas partes. El primer ministro Aziz Akhannouch mantendrá sesiones con los tres principales sindicatos del Reino, el Sindicato Marroquí, la Confederación Democrática del Trabajo y la Unión General de Trabajadores. Estas sesiones comenzaron el viernes con el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Marruecos, con el objetivo de lograr acuerdos entre las ambas partes.

El Ejecutivo está haciendo esfuerzos para mejorar la relación con los sindicatos, reconociendo sus derechos y responsabilidades como parte de la sociedad. Está buscando llegar a acuerdos con ellos para mejorar las condiciones de trabajo, así como para promover la seguridad laboral. El Gobierno de la misma manera está trabajando para garantizar la estabilidad económica, que es un factor clave para mejorar la posición de los trabajadores. Esto incluye el establecimiento de un marco político que proteja los intereses de los sindicatos y de los trabajadores en general.

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Melody Mukharek, secretaria general del Sindicato Marroquí, exigió al primer ministro que aumente el poder adquisitivo de los asalariados mediante un aumento general de salarios y una reducción de la presión fiscal sobre ellos. En una entrevista al diario local Hespress, Mukharek señaló que la situación social en Marruecos está al límite debido a los altos precios y la ausencia de medidas para limitar las repercusiones de la crisis. El Sindicato Marroquí pretende instaurar reformas para conquistar los derechos de la clase media y de los trabajadores, incluyendo desgravaciones fiscales que, a veces, alcanzan el 38% de los salarios, por otra parte, reivindicaron la necesidad de instaurar la seguridad alimentaria nacional y devolver los precios de los materiales básicos a sus niveles anteriores.

Mukharek pidió al Gobierno que cancele temporalmente el impuesto al valor agregado para los bienes de consumo, reduzca las tarifas de consumo interno y establezca un mecanismo de techo escalonado para los materiales y combustibles cuyos precios son excesivamente altos. Estas medidas buscan mejorar la determinación de los niveles de precios y aliviar la carga impositiva sobre los ciudadanos.

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Los sindicatos han solicitado al Ejecutivo que active el acuerdo del 30 de abril, que implica un aumento salarial para los trabajadores. Sin embargo, el Gobierno cree que, debido a la situación económica actual, esto no sería posible. Como contrapartida, les hicieron una oferta a los sindicatos de reducir el impuesto sobre la renta con un monto de 2.000 millones de dirhams y se espera que esta oferta sea suficiente para satisfacer las necesidades de los trabajadores.

Aziz Akhannouch, hizo un llamamiento a los gremios para que entiendan y tomen en cuenta la coyuntura económica. Señaló que el Ejecutivo está trabajando para responder a las diversas demandas lógicas, pero que aquellas que impacten el sistema financiero son difíciles de lograr debido a los recursos limitados del Estado. Akhannouch destacó que el Estado hará todo lo posible para satisfacer las demandas de los gremios, pero que el ámbito de actuación está limitado.

El Gobierno de Akhannouch está buscando convencer a los sindicatos para que cooperen con él en la implementación de una serie de reformas importantes, como la ley de jubilación, la ley de huelga y la ley sindical. Estas conversaciones se prevén que serán tensas, con los sindicatos resistiéndose a comprometerse con las demandas del Ejecutivo. A pesar de las dificultades, el Gobierno de Akhannouch sigue trabajando arduamente para conseguir un acuerdo, haciendo todo lo posible para persuadir a los sindicatos para que acepten sus propuestas de reforma, ofreciendo beneficios adicionales a cambio de su apoyo. El Gobierno también ha solicitado la ayuda de los observadores internacionales para ayudar a alcanzar un acuerdo. Estas negociaciones seguirán siendo difíciles, pero con la voluntad de ambas partes, se espera que se logre un acuerdo satisfactorio para todos.

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