Debido a injerencia en política exterior de la formación islamista mediante sus críticas contra Israel a cuenta de las incursiones en Cisjordania

Duro tono de la Casa Real de Marruecos contra el Partido de la Justicia y el Desarrollo

photo_camera AFP/Palacio Real de Marruecos - Una foto publicada el 10 de octubre de 2016 por el Palacio Real de Marruecos muestra al rey marroquí Mohamed VI (derecha) reunido con el primer ministro Abdelilah Benkirane en Rabat

La Casa Real de Marruecos ha elevado el tono contra el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) debido al mensaje de oposición contra Israel que lanzó el grupo político islamista, ahora fuera del Gobierno marroquí, en torno a las incursiones israelíes en Cisjordania de las últimas fechas. La monarquía alauí ha rechazado esta iniciativa del partido opositor al entenderla como una intromisión inaceptable en la política exterior el Reino que ha podido buscar un rédito político o electoral para el partido. 

El Gabinete Real de Marruecos emitió un comunicado desautorizando las críticas del PJD contra las actividades militares israelíes en Cisjordania: “En primer lugar: la posición de Marruecos respecto a la cuestión palestina es irreversible, y constituye una de las prioridades de la política exterior de Su Majestad el Rey, Amir Al-Mouminine y presidente del Comité Al-Quds, que la sitúa al mismo nivel que la integridad territorial del Reino. Se trata de una posición de principio constante de Marruecos, que no puede someterse a pujas políticas y estrechas campañas electorales.

Segundo: la política exterior del Reino es una prerrogativa de Su Majestad el Rey, que Dios le asista, en virtud de la Constitución, que el Soberano ejerce de acuerdo con las constantes nacionales y los intereses supremos del país, entre los cuales figura en primer lugar la cuestión de la integridad territorial.

Tercero: las relaciones internacionales del Reino no pueden ser chantajeadas por nadie y por ningún motivo, especialmente en este complejo contexto mundial. La instrumentalización de la política exterior del Reino para una agenda partidista interna constituye, por tanto, un precedente peligroso e inaceptable.

Cuarto: la reanudación de las relaciones entre Marruecos e Israel se produjo en unas circunstancias y en un contexto que todo el mundo conoce. Está enmarcado por el comunicado del Gabinete Real del 10 de diciembre de 2020 y el publicado el mismo día tras la comunicación telefónica entre Su Majestad el Rey y el presidente palestino, así como por la Declaración Tripartita del 22 de diciembre de 2020, firmada ante el Soberano. Las fuerzas vivas de la nación, los partidos políticos, así como ciertas personalidades y asociaciones que trabajan en la cuestión palestina, fueron informados de esta decisión, por la que expresaron su apoyo y compromiso”.

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La postura del PJD, adoptada en ciertos términos populistas debido al mensaje de apoyo a la causa palestina, ha supuesto un importante ataque a la política exterior del reino alauí en relación con Israel. El país norteafricano estableció relaciones diplomáticas con el Estado israelí bajo la mediación de Estados Unidos en 2020 siguiendo la estela de los famosos Acuerdos de Abraham suscritos en septiembre de ese año entre Israel, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin bajo el auspicio del Gobierno estadounidense de Donald Trump por aquella época. Los Acuerdos de Abraham suponen un hito diplomático que busca la pacificación y el desarrollo de la región de Oriente Medio gracias a nuevos puentes tendidos entre diversos países árabes e Israel y que también persigue el reto de enfrentar a enemigos comunes que pretenden desestabilizar la región, como es el caso de la República Islámica de Irán, según han apuntado diversos analistas. 

Abdelilah Benkirane, líder el PJD, ha sido señalado en este caso por utilizar el populismo para ganar apoyos en ciertos sectores y remontar la mala tendencia política del partido islamista, que perdió el Gobierno en las últimas elecciones generales que ganó la formación liderada por el actual jefe de Gobierno Aziz Akhannouch, que está más en sintonía con la línea política marcada por el rey Mohamed VI, enfocada a un mayor despliegue asociativo y diplomático en el exterior y con una marcada línea de desarrollo social y económico del país norteafricano, algo que se está logrando a tenor de la última evolución nacional en estos ámbitos. 

En el comunicado de la Casa Real marroquí se señaló que la postura adoptada por la Secretaría General del PJD respecto a las relaciones entre el Reino de Marruecos y el Estado de Israel incluye excesos irresponsables y graves falacias, subrayando que la explotación de la política exterior del Reino para una agenda partidista Interior sienta un precedente peligroso e inaceptable. Algo que no sirve como excusa, ni para utilizar este tipo de argumento de cara a servir a intereses partidistas en un momento de crisis de la formación política que le llevó a perder el poder después de dos mandatos consecutivos al frente del Ejecutivo de Marruecos. 

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El comunicado real enfatizó que la cuestión palestina es muy importante para Marruecos y ahí el país mantiene sus firmes principios. Para el país norteafricano, la cuestión palestina es irreversible y es una de las prioridades de la política exterior del rey Mohamed VI, lo que la situó en el rango de la cuestión de la integridad territorial del Reino.

El comunicado emitido por la Casa Real marroquí destacaba que “las relaciones internacionales del Reino no pueden ser objeto de chantaje por parte de nadie y por ninguna contraprestación, especialmente en esta compleja circunstancia internacional”.

Desde Casa Real se dejó claro que todos los sectores, partidos políticos y entidades asociadas a la causa palestina fueron informados debidamente de los contactos con Israel y “manifestaron su implicación y compromiso” con la iniciativa. 

El Partido de la Justicia y el Desarrollo emitió un comunicado criticando “las recientes posiciones del ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, en las que parece estar defendiendo a la entidad sionista en algunas reuniones africanas y europeas, en momentos en que continúa la ocupación israelí”. En referencia a las últimas incursiones militares israelíes en Nablús, en la Cisjordania ocupada, donde se registran frecuentes enfrentamientos. Un mensaje lanzado que desató la fuerte reprobación de la Casa Real marroquí. Este comunicado del PJD demostró cierto oportunismo y una doble cara ya que esta formación ratificó el acuerdo de normalización de relaciones con Israel en su día. 

Finalmente, ante la polémica suscitada, Abdelilah Benkirane emitió una directiva a los miembros de su partido en la que instaba a “no comentar de ninguna manera el comunicado y no hacer ninguna declaración al respecto, hasta la reunión de los miembros del partido para discutir el asunto”, según informó el medio Al-Arab. Decisión que puede estar encaminada ahora a evitar una nueva confrontación con la Casa Real de Marruecos. 

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