La guerra es cada vez más compleja, con tintes híbridos y en donde la desinformación sigue siendo la mejor y más clásica arma

La primera víctima de la guerra siempre es la verdad

La desinformación es una importante arma en la guerra. En el nuevo seminario del INCIPE organizado en colaboración con el Ministerio de Defensa, experimentados técnicos de distintos ámbitos de la diplomacia europea, expertos en el mundo militar y diversos profesionales de la información y la docencia han debatido sobre la importancia de la situación de la guerra de Ucrania y la importancia de la desinformación y cómo ha ido evolucionando a lo largo del conflicto.

Solo las sociedades libres y democráticas pueden combatir contra la libertad de prensa, y, por lo tanto, contra la desinformación. En la introducción del evento, el embajador Manuel Alabart ha apuntado que somos los propios Estados democráticos los que nos tenemos que auto proteger de los beneficios que hemos aportado a los regímenes autoritarios en cuanto a la facilidad para difundir, en todo tipo de medios, la desinformación. En relación a lo comentado, el teniente general (TG) del DIGNEPOL Fernando López del Pozo ha afirmado que debemos de alabar el trabajo de los medios de comunicación occidentales pues ferozmente desmienten aquello que puede provocar dudas en la opinión pública. Además, ha apelado al uso del sentido común para saber situar las fake news en su lugar.

Manuel-Alabart-Fernandez-Lopez-Pozo

Primeramente se dialogó y debatió sobre la relación que existe entre los ejércitos, la guerra y la comunicación, en relación a su correspondiente narrativa. En tiempos de guerra el discurso propio debe ser mejor que el del enemigo. Para situar su discurso el TG ha ejemplificado sus argumentos con Napoleón. Contaba cómo el Ejército napoleónico en su intento de  conquistar Egipto sufría numerosas pérdidas en sus filas, donde 1 de cada 8 soldados fallecieron. No obstante,  Napoleón llegó a Francia con los obeliscos y los científicos, lo que se reflejó en el país galo como una victoria, pese a que fue uno de los principales fracasos del general. Poco tiempo después propició un golpe de Estado que le dio el poder.

Respecto a la importancia de la comunicación, ha comentado que es necesario colaborar entre todos en favor de la sociedad, que se debe dar información buena, contrastada  y que,  por parte del periodista, se debe confirmar que sea correcta. Si se consigue y esas condiciones se dan, la información cooperará hacia un mundo mejor porque es a la larga lo que se pretende. Este sería el principio del fin de la desinformación. El periodista es personaje principal, un aliado en el modelo de nuevas informaciones, pues es el punto de unión entre el ciudadano y el que aporta la información que quiere que sea de público conocimiento. Cuando la situación no es clara de paz o de guerra, que es en la que vivimos actualmente, siempre hay campañas de desinformación, decisiones judiciales, decisiones internacionales… si no hay paz ni guerra; hay guerra.

Luis-Alberto-Hernandez

Las políticas adoptadas por Rusia y Ucrania pese a que comparten el mismo objetivo poseen diferentes estrategias. Mientras que Zelensky, presidente de Ucrania, ha adoptado una política centralizada en su figura y en las informaciones que su propio gabinete proporciona tanto a los medios como de forma directa en muchas de sus intervenciones a la opinión pública; Rusia ha basado su estrategia comunicativa en la demonización y justificación de sus actos ante sus rivales.

La importancia de la información y más concretamente internet se ve como un poder enorme ya que maneja el pilar clave de las guerras: la opinión pública, tanto de los rivales como de tu propio pueblo. Esto se ha visto agravado debido a la gran interconectividad y globalización que existe, afectando a las restricciones las cuales sirven de arma de guerra como los ataques a las distintas fuentes de energía, los espionajes a nivel satelital, etc. 

Comentaba el coronel Luis Alberto Hernández, que la zona gris es el espectro de la zona de los conflictos que se sitúa en la paz, donde predominan los actos más allá de la buena fe entre los Estados, que aunque afecten a la paz, nunca superan la línea roja que provocaría la guerra tal y como la conocemos.  En la zona gris hay escalada que puede resultar una guerra o la paz. En su intervención, también ha centrado el foco en el término de la Guerra Híbrida. La estrategia híbrida es la que se hace de forma interdimensional para que un Estado use todo lo que tiene en sus manos para agredir con fines coercitivos a un competidor o amenaza internacional atacando a las debilidades del rival en cuanto a derechos y recursos. Para ello, la disuasión de las Fuerzas Armadas es clave para evitar las bajas y reducir los costes de la opinión pública de un país. Sin ellas no habría zona gris y se pasaría a la guerra. 

Guillem-Colom-Ruth-Ferrero-Luis-Alberto-Hernandez

Desde un punto de vista más geopolítico, estamos ante un conflicto a gran escala que trasciende más allá de las fronteras de Ucrania, pues es en realidad un conflicto, por parte de los países de la órbita rusa, de la propia Rusia y de aquellos países que en parte han sido destruidos bajo el yugo, que busca terminar con el imperialismo americano, según afirmó Ruth Ferrero profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. Ruth Ferrero ha explicado que la reacción de Rusia para controlar el poder mediático y por tanto de la narrativa comienza cuando se plantea un discurso, antes de la guerra, con declaraciones contra la OTAN porque alegan que se les estaba acorralando debido a la expansión de la OTAN.

“La opacidad de esta guerra en términos comunicativos es la más patente desde el conflicto de Yugoslavia. Esta guerra, además, es el conflicto más mediatizado de la historia. A pesar de la inmensa cantidad de información es difícil discernir entre lo verdadero y falso pues hay una clara intención de desinformar por ambos bandos, unas veces por exceso de datos y otras por la ocultación de los mismos” afirmaba Pilar Requena, directora de ‘Documentos TV’ en RTVE.

Como ha secundado Pilar Requena, la distancia sobre el terreno distorsiona la realidad, aunque también es cierto que pese a que sea el conflicto con un mayor número de periodistas y mediatización en el terreno viviendo la mayoría de actos en vivo o conocerlos al momento, la información está teniendo un transcurso lineal en donde apenas unos pocos medios se salen del discurso oficial. Añade que el periodista no puede tener tintes activistas, que se ciñe a relatar lo que ve de la forma más profesional y honesta y siempre de la máxima objetividad posible.

Pilar-Requena-Maria-Sahuquillo

Mucha imagen y poco análisis. Para Pilar el hecho de que hayamos conocido las víctimas actuales pero no las de los 8 años anteriores es muy llamativo al igual que censurar medios es un acote del análisis que, según su criterio, no es lo más adecuado por muy propagandísticos que sean dichos medios como Russia Today, pues son los únicos que nos permiten ver la visión del otro lado. Hay que ver que hay detrás de todo esto. El discurso de Zelensky ha removido las conciencias. A la periodista experta en el ámbito, le llama poderosamente la atención que no haya ruedas de prensa y más aún que los propios periodistas no las pidan. En su discurso insinuó que no se realizan por miedo de los gobernantes ucranios a ser preguntados por la prensa, recalcando que aun más sorprendente es que aun habiendo gran cantidad de encuentros del presidente Zelensky con homólogos de otras naciones, no haya apenas posibilidad a la prensa de preguntar.

Como colofón y para dar paso a la reportera y colaboradora de Atalayar, María Senovilla, Pilar reflexionaba sobre que todo aquello que se ha obviado y se está obviando de la situación que poseía Ucrania en el 2014 se nos volverá en contra a los occidentales pues, sentenció que Ucrania no era una democracia, que no era un país transparente y que se situaba en uno de los puestos más altos en la clasificación de países más corruptos del mundo.

María Senovilla, por videoconferencia desde la ciudad de Járkov, ha pedido que nos pongamos en las botas de los que están allí. Controlar la información es un arma de guerra que puede ser primordial. Para lidiar con la desinformación primero tenemos que entrar en la diferencia de cómo lo hace un bando y como lo hace el otro. El Gobierno ruso emite la propaganda directamente; Zelensky no, pues hay miles de periodistas que les desmentiríamos. Desde el punto de vista ruso, ha acusado al Kremlin y resalta que el objetivo de la desinformación es hacer dudar a la gente. “Rusia no ha perdido la guerra de la opinión”, ha añadido. 

Maria-Senovilla

Senovilla, quien lleva en el conflicto desde el día en el que estalló, ha afirmado que la opinión pública no la ha perdido Rusia porque gracias a una labor que le ha llevado el Kremlin años, ha conseguido tener voz en países de Latinoamérica e incluso en España. Hechos como muchos contratos comerciales con países latinos, o la instauración de decenas de oficinas de Russia Today en estos países han sido la primera piedra para la construcción de estas opiniones, quienes llaman a aquellos que relatan lo que sucede como voceros de la OTAN. Ha apelado también a la gran capacidad de Rusia de influir gracias a la propaganda, insistiendo en que realizaban tres tipos de técnicas: mediante la radio pues en las proximidades con Rusia, en Ucrania se podían escuchar mensajes en ruso alentando sobre que en Rusia vivirían mejor; mediante las torturas mostrando públicamente qué les pasaría si se quedaban allí, y mediante el uso de la prensa pues si la población ucraniana deseaba comer debía leer los periódicos emitidos por el Kremlin.

Desde su experiencia in situ en el conflicto, ha ido viendo cómo la dureza y la crueldad de la situación de los periodistas han ido empeorando hasta el punto de verse obligados a movilizarse para poder ejercer su profesión.

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