EEUU estudia el envío de 120.000 soldados a Oriente Medio, según The New York Times

Raúl Redondo

Pie de foto: El secretario de Defensa en funciones, Patrick Shanahan, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Joseph Dunford, escuchan mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebra una reunión con altos mandos militares en la Casa Blanca en Washington, Estados Unidos, el 3 de abril de 2019. REUTERS/KEVIN LAMARQUE.

Estados Unidos planea el envío de unos 120.000 soldados a Oriente Medio debido a las tensiones con Irán, según una información del diario The New York Times, a raíz de un plan presentado la semana pasada por el jefe interino del Pentágono, Patrick Shanahan.

No hay confirmación de que el presidente de EEUU, Donald Trump, estuviese informado de este plan, pero sí de que surgió de una cumbre celebrada entre varios asesores de seguridad del Gobierno norteamericano, incluido John Bolton, consejero de seguridad de la Casa Blanca, personaje proclive en las últimas fechas a una confrontación con Irán. Aunque sí parece queda claro que no estaba proyectada la invasión como tal de Irán, para lo cual harían falta muchos más efectivos.

Este dato sale a la luz tras el inquietante episodio acaecido recientemente en el que fueron saboteados hasta cuatro buques comerciales en aguas territoriales de Emiratos Árabes Unidos (EAU), de banderas de Arabia Saudí, EAU y Noruega. En lo que supuso un conflicto internacional y económico importante que afecta sobre todo a saudíes y emiratís en un sector importante como es el del transporte marítimo de petróleo. Según publicaba El Correo del Golfo, un informe militar estadounidense atribuyó a fuerzas proiraníes el uso de explosivos para hacer agujeros enormes en los barcos afectados.

Pie de foto: Fotografía tomada el 13 de mayo de 2019 frente a las costas del emirato del Golfo de Fujairah, muestra al petrolero noruego Andrea Victory, uno de los cuatro petroleros dañados en supuestos "ataques de sabotaje" en el Golfo el día anterior. AFP PHOTO/CONSEJO NACIONAL DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN EMIRATÍ

La nación presidida por Donald Trump acusa a Irán de este suceso y de otras situaciones relacionadas con la inseguridad del tráfico marítimo tras la última escalada de tensión entre ambos países, en una pugna que viene ya de lejos. El propio Trump ha avisado ya Teherán sobre el enconamiento de la situación en Oriente Medio: “Si hacen algo, será un error muy grave. Será un problema muy malo para Irán si ocurre algo. No van a estar contentos. “Si hacen algo, sufrirán mucho”, aseveró Trump.

Precisamente, Mike Pompeo, secretario de Estado norteamericano, ha compartido con países europeos información de la Inteligencia estadounidense sobre la “amenaza creciente” que representa Irán. De hecho, Pompeo varió su agenda y antes de la cumbre que tenía prevista en Sochi (Rusia), para entrevistarse con Sergei Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso y el presidente Vladimir Putin, se desplazó a Bruselas para tratar el asuntó de Irán con los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE). De hecho, llegó a entrevistarse incluso con Jens Stoltenberg, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Pie de foto: El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, llega para una reunión con los ministros de Asuntos Exteriores europeos en el edificio Europa en Bruselas, el lunes 13 de mayo de 2019. AP PHOTO/VIRGINIA MAYO

En cualquier caso, desde la UE se trata de lanzar un mensaje pacificador para que el conflicto no vaya a más. La alta representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, solicitó a Mike Pompeo “máxima contención y evitar cualquier escalada militar”.

Este último enfrentamiento entre iraníes y estadounidenses tiene su origen en 2015, cuando Estados Unidos se salió del pacto nuclear al que llegaron varios países con la nación persa, el cual suscribieron naciones como China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania. Tras desestimar este acuerdo por el que se pactaba el desarrollo nuclear de Irán, EEUU decidió imponer sanciones económicas y políticas al régimen iraní, sobre todo en el sector petrolero, gran negocio del país de los ayatolás. La nación norteamericana tomó la determinación en abril de suspender las exenciones a la compra de crudo iraní para ocho países (India, China, Taiwán, Italia, Turquía, Grecia, Japón y Corea del Sur).

A pesar de esta acción, Irán no se arredró y comunicó oficialmente que seguiría con su comercio normal de petróleo, amenazando incluso con bloquear el estrecho de Ormuz, por el que pasa gran parte del comercio mundial de crudo, si se ponía algún obstáculo a sus petroleros en el mar.

La tensión fue a más y se llegó incluso a la amenaza militar. Irán hizo pública una información sobre futuras maniobras navales conjuntas con Rusia en el Golfo Pérsico, a lo que EEUU contestó con el despliegue del portaaviones Abraham Lincoln y varios bombarderos en la región de Oriente Medio. Situación que tampoco atemorizó a Irán, que aseguró que los estadounidenses no se atreverían a desencadenar una acción militar en la zona.

Pie de foto: Personal de la cubierta de vuelo se para en la cubierta a bordo del portaaviones USS Abraham Lincoln (CVN 72) de clase Nimitz mientras patrulla el Golfo Arábigo durante un tránsito por el estrecho de Ormuz. REUTERS/JUMANA EL HELOUEH.

También se llegó al punto de lanzar duros ataques diplomáticos como la declaración como grupos terroristas de la Guardia Revolucionaria de Irán (cuerpo de élite del Ejército iraní), por parte de EEUU, y del Mando Central del Ejército norteamericano (CENTCOM) en Oriente Medio, por parte del Gobierno de Teherán.

Como respuesta a las sanciones impuestas desde EEUU y a la falta de apoyo de la comunidad internacional para frenar las mismas, la Administración iraní también decidió suspender sus acuerdos nucleares; así, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, informó de que no van a vender el uranio enriquecido, ni el excedente de agua pesada, y que sus reclamaciones para volver a la situación inicial del acuerdo firmado tienen que ver con la retirada de las sanciones en materia petrolera y sobre las transacciones bancarias que pesan sobre el país.