La influencia de Argelia y el Polisario en Europa a través del Intergrupo para el Sáhara Occidental
El escándalo de corrupción en el Parlamento Europeo ha puesto de manifiesto la influencia que tienen ciertos países u organizaciones dentro de la institución europea. Dentro de los actores extranjeros que buscar interferir en la Eurocámara para expandir sus intereses destacan Argelia y el Frente Polisario. A través del “Intergrupo para el Sáhara Occidental”, Argel y el grupo separatista saharaui tratan de imponer su visión sobre el conflicto, sin posibilidad de presentar otras opiniones o perspectivas. Este grupo “solo invita a personas que obedecen a la agenda del Polisario, incluida Sultana Khaya, que a menudo llama a cometer actos terroristas contra civiles en el Sáhara”, señala el exdiputado español Juan Vicente Pérez Aras en el portal moncloa.com.
A pesar de presentarse como un grupo que aborda la situación de los saharauis, el Intergrupo para el Sáhara Occidental nunca ha puesto sobre la mesa las violaciones de derechos humanos en los campamentos de refugiados de Tinduf, al sur de Argelia. Pérez Aras recuerda que en los campamentos no se está aplicando la Convención de Ginebra, ya que no se realizan censos ni registros.
El grupo tampoco ha mencionado la malversación de ayuda humanitaria destinada a los refugiados, tal y como denunció en 2015 la OLAF, la agencia de la Comisión Europea que lucha contra el fraude. El organismo acusó directamente al Polisario de estar directamente involucrado en el desvío y robo de ayuda humanitaria brindada desde 2003. Según la OLAF, los paquetes de ayuda fueron vendidos en Argelia, Mauritania y Mali.
La situación humanitaria en los campamentos de Tinduf es crítica. Y, en este sentido, quien más preocupa son los niños, que podrían estar siendo utilizados militarmente por el Polisario, según diferentes informes.
Ninguna de estas cuestiones ha sido planteada nunca por el grupo, lo que demuestra que su única finalidad es difundir propaganda dentro de la Eurocámara. Asimismo, el Intergrupo para el Sáhara Occidental tiene como objetivo socavar las relaciones entre la Unión Europea y Marruecos, socio clave para los países del Viejo Continente.
La última resolución de la Eurocámara sobre Marruecos ha tensado las relaciones entre Bruselas y Rabat, hasta el punto de que el Parlamento marroquí anunció que “reconsideraría” sus lazos con su homólogo europeo. A pesar de que políticos marroquíes como Lahcen Haddad, presidente de la Comisión Parlamentaria Mixta Marruecos-UE, señalase, en concreto, a “parte del deep state (Estado profundo) francés” como artífice de la resolución, otros informes señalan a eurodiputados cercanos a Argelia y al Intergrupo para el Sáhara Occidental, calificado por medios marroquíes como Barlamane como “un caballo de Troya argelino que se aprovecha de los mecanismos europeos y de su capacidad de influencia para defender puntos de vista hostiles a Marruecos”.
“No hay que olvidar que las autoridades argelinas han invertido mucho dinero en grupos de presión”, señaló el politólogo Driss Aissaoui al medio marroquí Hespress poco después de la resolución. Aissaoui también subrayó que “la gente cercana” al presidente de Francia, Emmanuel Macron, “son personas que trabajan en estrecha colaboración con Argelia”.
Tras la polémica resolución, muchos se preguntaron por qué la Eurocámara no aborda la situación de los derechos humanos en otros países del Magreb como por ejemplo Argelia, donde periodistas independientes y activistas cercanos al Hirak están sufriendo una fuerte presión por parte de las autoridades en medio de una creciente ola represiva.
No obstante, desde que comenzó la guerra en Ucrania muchos países europeos como Italia o Francia han visto en Argelia un nuevo socio en materia energética con el fin de dejar de depender del gas ruso. Roma ha llegado acuerdo con Argel en este ámbito, mientras que París trata de mejorar su relación con el país norteafricano después de años de desavenencias ligadas al pasado colonial. Sin embargo, el caso de la activista y periodista franco-argelina Amira Bouraoui ha enturbiado estos lazos. A pesar de que Argel retirase a su embajador en París tras la llegada de Bouraoui a territorio galo, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia aseguran que “pretenden seguir trabajando para profundizar las relaciones bilaterales”.
